Alo largo de su evolución, la logística del frío ha enfrentado importantes desafíos, exigencias y normativas. Esta operación, cada día es más intensa, y se basa, entre otros factores, en un control exhaustivo de la trazabilidad de los productos refrigerados y de la cadena de frío. Algunas proyecciones internacionales señalan que este segmento tendrá un volumen de mercado en 2027 de 160.700 millones de dólares en todo el mundo.

Para lograr que los productos que requieren de temperatura controlada para conservar su calidad, y lleguen en óptimas condiciones al consumidor final, ya sean alimentos perecederos como frutas y verduras, o de gran importancia sanitaria, como vacunas o citostáticos, entre otros, las empresas dedican importantes esfuerzos tecnológicos tanto en equipos de frío cada vez más sostenibles, con un consumo energético más reducido, más precisos y menos ruidosos.

Al mismo tiempo, tecnologías para el mantenimiento y el control in situ y a distancia de las condiciones óptimas de temperatura y humedad, aportan un valor imprescindible.

Factores que influyen en la calidad de la logística del frío

Como premisa debemos entender que la logística del frío es un segmento de actividad altamente especializado, con un nivel de profesionalización muy elevado, que involucra un importante despliegue de medios y conocimiento.

Para que esta operación sea exitosa, deben converger los procesos con las tecnologías adecuadas para ofrecer servicios de gran calidad a los sectores y empresas que requieren de este servicio.

Entre los principales factores que determinan el nivel de calidad en la gestión logística de servicios a temperatura controlada se encuentran:

• Equipos y personal especializados, preparados para operar en condiciones de frío extremo y con maquinaría adecuada.

• Control integral de la cadena de frío para evitar roturas y posibles daños a mercancía sensible, no solo con una perspectiva reactiva, sino capaz de prever cualquier riesgo para evitar que se pierda la atmósfera controlada.

• Visibilidad de la cadena de frío, con el fin de prever cualquier incidencia en la cadena y preparar de antemano todos los pasos logísticos en la cadena de frío desde su inicio hasta el final.

• Armonización de toda la operativa para conservar la cadena, con especial atención a la comunicación de información crítica a lo largo de todos los eslabones.

• Transparencia para ofrecer las máximas garantías a los consumidores finales.

• Visibilidad de la cadena suministro

Trazabilidad y su importancia

La trazabilidad es la tecnología que comprende las herramientas necesarias para registrar y llevar a cabo el seguimiento de la mercancía durante todas las fases de la cadena de suministro. Nos facilita conocer su localización geográfica, pero también el estado en el que se encuentra.

En este sentido, la trazabilidad de la cadena de frío asegura la entrega de productos perecederos en las condiciones adecuadas y con calidad garantizada. Así, se evitan problemas que pueden derivar en alimentos en mal estado o medicamentos mal conservados.

Es por ello que las herramientas de trazabilidad se han convertido en aliados clave para un control absoluto y completo de la cadena de frío, la verdadera razón de ser de la logística a temperatura controlada. Estas tecnologías son capaces de proporcionar en todo momento información sobre el estado de una carga a temperatura controlada, y dar a conocer si existe algún riesgo que obligue a tomar medidas correctoras antes de que sea demasiado tarde.

En la cadena de frío, la administración y vigilancia de las condiciones de almacenamiento, transporte y manipulación de la mercancía tiene que ser proactiva para evitar de antemano cualquier situación que pueda poner en peligro los elementos críticos. Asimismo, es primordial que la logística del frío ofrezca la máxima transparencia a los clientes finales, situación que pasa ineludiblemente por hacer llegar los productos en las mejores condiciones para su consumo. Entonces, como conclusión se puede afirmar que la trazabilidad permite que se logren estos objetivos de manera eficaz y con toda la información a disposición de los consumidores.

Como se menciona, las tecnologías disponibles para obtener trazabilidad en la cadena de frío, permiten asegurar una correcta operación logística que incluya el monitoreo y control constante de las mercancías, lo que se traduce en una serie de beneficios.

Además, aseguran oportunidades de monitoreo con base en datos relevantes, lo que facilita el análisis de reportes e informes para la toma de decisiones pertinentes. En resumen, estas tecnologías son capaces de:

• Determinar la ubicación de cada producto y mantener la supervisión de las condiciones sanitarias del almacenamiento en stock

• Controlar la planificación de entregas

• Monitorear los parámetros ambientales

• Anticipar y detectar posibles riesgos y poner en protocolos con soluciones rápidas y preventivas.

Las cadenas de frío conservan los alimentos y los productos farmacéuticos durante el tránsito. Mantener estos productos en buenas condiciones a lo largo de la cadena de frío protege la salud de los usuarios finales cuando comen los alimentos o usan los medicamentos.

Si estos parámetros ambientales de temperatura, humedad y presión no se cumplen, muchos productos dejan de ser seguros para el consumo y los medicamentos y vacunas, por ejemplo, pierden eficacia en su acción.

Cuando esto sucede, se detecta la falla y los productos deben ser retirados del mercado. Para ello se deben implementar acciones de logística inversa con la consecuente pérdida para la empresa. En casos más graves, donde la trazabilidad y monitoreo no existieron o fueron ineficaces las consecuencias pueden llegar a tener ribetes legales y económicos, que incluso pueden poner en riesgo la continuidad del negocio. Es decir, los problemas, no solo económicos sino que también legales a los que puede verse sometida la empresa no son menores. Contar con soluciones que permitan monitorear la operación logística del traslado de perecederos y productos farmacéuticos, agrega un real valor al negocio y garantiza un mejor rendimiento y operación.

Conclusiones

La trazabilidad de la cadena de frío asegura la entrega de productos perecederos en las condiciones adecuadas y con calidad garantizada. De este modo, se pueden evitar serios problemas que pueden derivar en alimentos en mal estado o medicamentos mal conservados.

La credibilidad y experiencia del consumidor puede verse afectada por un error en la logística del frío. Por lo tanto, es imprescindible cuidar las condiciones de almacenamiento, transporte y distribución, con el objetivo de que se respeten, cumplan y aseguren las condiciones sanitarias y la calidad de los productos.

Las tecnologías para el monitoreo y la trazabilidad de la logística del frío proporcionan funcionalidades específicas para controlar de la mejor manera las condiciones ambientales y otros aspectos contingentes.