 |
|
|
Un equipo internacional de investigadores dirigido por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) ha desarrollado un nuevo tipo de batería, fabricada íntegramente con materiales de bajo costo.
La idea del proyecto es servir de respaldo para instalaciones solares y eólicas de tamaño medio. Estas baterías también podrían funcionar en estaciones de carga de vehículos eléctricos.
Los investigadores explicaron que la nueva arquitectura de la batería utiliza aluminio y azufre como sus dos materiales de electrodos.
Además de su alto costo económico, las baterías de iones de litio contienen un electrolito inflamable, por lo que no son ideales para el transporte. Frente a esto, los investigadores del MIT revisaron la tabla periódica, buscando metales baratos y abundantes que pudieran sustituir al litio.
El más barato de todos los no metales es el azufre, así que se convirtió en el segundo material del electrodo.
En cuanto al electrolito, Donald Sadoway, Autor Principal del estudio, señaló: “No íbamos a utilizar los líquidos orgánicos volátiles e inflamables que a veces han provocado peligrosos incendios en coches y otras aplicaciones de las baterías de iones de litio”.
Los tres ingredientes escogidos por los investigadores son baratos y fáciles de conseguir. Estos son el aluminio, que no difiere del papel de aluminio del supermercado; el azufre, que suele ser un producto de desecho de procesos como el refinado del petróleo; y las sales, ampliamente disponibles.
En sus experimentos, el equipo demostró que las celdas de la batería podían soportar cientos de ciclos a velocidades de carga excepcionalmente altas, con un coste por celda previsto de aproximadamente una sexta parte del de las celdas de iones de litio comparables. También demostraron que la velocidad de carga dependía en gran medida de la temperatura de trabajo, con 110 °C mostrando velocidades 25 veces más rápidas que a 25 °C.
Sadoway, opinó que esta nueva fórmula de batería sería ideal para instalaciones del tamaño necesario para alimentar una sola vivienda o una pequeña o mediana empresa, produciendo del orden de unas pocas decenas de kilovatios-hora de capacidad de almacenamiento.
La menor escala de las baterías de aluminio-azufre también las haría prácticas para usos como las estaciones de carga de vehículos eléctricos.
Finalmente, el investigador concluyó que cuando los vehículos eléctricos sean lo suficientemente comunes, disponer de un sistema de baterías como este para almacenar energía podría eliminar la necesidad de instalar nuevas y costosas líneas eléctricas, para la carga de vehículos.
|
