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Volkswagen de México celebra u el 56° Aniversario de operaciones en la Planta de Puebla, fábrica que desde 1967 ha demostrado ser un pilar fundamental en la red global de manufactura del Grupo automotriz alemán.
Esta planta ha visto la evolución del Grupo Volkswagen, ensamblando modelos icónicos como el Sedán, Golf, Beetle y Jetta. Más de 13. 7 millones de vehículos hechos por manos mexicanas han salido de estas instalaciones, reflejando el compromiso y la alta especialización de su fuerza de trabajo.
La historia de este complejo comenzó en 1965, cuando se colocó la primera piedra de lo que se convertiría en la Planta de producción de vehículos más grande de México. Dos años después, el sueño se hizo realidad, y los primeros vehículos salieron de las líneas de producción el 23 de octubre.
En el presente y bajo el liderazgo de Holger Nestler, Volkswagen de México ha mantenido su compromiso con la innovación, ha respondido con éxito a las tendencias del mercado global, especialmente con la integración al segmento de vehículos tipo SUV. Desde 2017, la Planta ha producido más de un millón de unidades de los modelos Tiguan y Taos.
"El vínculo de Grupo Volkswagen con México es profundo. Durante más de medio siglo, hemos crecido juntos, enfrentado desafíos y escrito historias de éxito. La Planta de Puebla no solo simboliza la dedicación y el talento de los mexicanos, representa el compromiso que tenemos con las generaciones actuales y las que vienen, para construir el futuro de la movilidad sustentable en el país”, comparte Holger Nestler, Presidente y CEO de Volkswagen de México.
Cabe señalar que con su planta de vehículos, Volkswagen de México contribuye de forma significativa al PIB del Estado de Puebla, dentro del cual la industria automotriz aporta el 43 por ciento.
Además de destacarse en cualificación del personal, procesos de ensamble de componentes, transferencia del conocimiento y liderazgo en el manejo del capital humano, la planta también ha sido reconocida por la implementación de un proceso avanzado de ósmosis inversa para producir agua desmineralizada, lo que permitió ahorrar 111 mil 800 m3 de agua por año, logrando una reducción del 35 por ciento del consumo de este recurso.
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