Peter Horn, CEO Heliplast. Mayor información en www.heliplast.cl
Peter Horn.
Chile ha instalado de enero a la fecha más de 600 Megavatios de sistemas que generan electricidad a partir del sol (centrales fotovoltaicas) y del viento (centrales eólicas). Luego se construirán las centrales termo solares, capaces de conducir mediante espejos el calor del sol a un concentrador, a fin de almacenarlo en forma de energía térmica en sales, y producir vapor con ese calor para mover las turbinas, las que finalmente inyectan la electricidad a los sistemas de transmisión, aun cuando en horas de la noche ya no hay sol.
La solución a este escenario
El cuello de botella radica en que las líneas de transmisión de Alta Tensión y sus subestaciones, necesarias para transportar la energía eléctrica producida por las generadoras de todo tipo (contaminantes o no), están saturadas y los costos de ampliarlas son muy altos, especialmente ahora que todo proyecto cae necesariamente en una espiral de oposición ciudadana.
Viendo este escenario, creemos con absoluta seguridad que la solución o política energética para Chile está en la generación Híbrida y Distribuida. Necesitamos sumar a la energía solar (que solo produce cuando hay sol directo) y eólica (que solamente produce cuando hay viento regular), a una energía que esté permanentemente generando, incluso de noche, como es la hidráulica de mediano porte, principalmente de pasada, pues no existe energía más barata, renovable y no contaminante que aquella producida por las grandes caídas de agua de lluvia, acumulada en la cordillera. Debemos quitar el estigma de demonio a la energía producida por las hidroeléctricas, pues no es en ellas que radica el problema, sino tal vez en la percepción de los ciudadanos de un cierto monopolio y ganancia con el agua, que se soluciona al dividir los grandes proyectos en centrales medianas no tan invasivas.
El complemento a la Generación Híbrida (solar-eólica-hidráulica) es la poca difundida Generación Distribuida. Esta promueve la autogeneración de electricidad, es decir, que usted “fabrique” su propia electricidad en su casa o comercio, en las horas que hay sol, tenga disponibilidad de viento o de ambas simultáneamente.
Net Metering v/s Net Billing
En el mercado existen proveedores con experiencia, técnicos certificados, precios bajos, tecnología probada y normativas, los cuales están listos para la implementación por parte de los ciudadanos, de los sistemas “On Grid” o conectados a la red eléctrica pública. Desde el pasado 2 de septiembre, la Presidenta Michelle Bachelet firmó y promulgó el reglamento que regula la Ley 20.571, mal llamada Ley Net Metering, pues ese era el objetivo: “Netear” o restar los kilo watts hora consumidos, menos los kilo watts hora inyectados, y pagar solo la diferencia, y esperar que la compañía distribuidora eléctrica nos pague lo que le inyectamos. Pero al leer el reglamento y la Norma de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) que la regula, la Ley se llamará “Net Billing”, o sea “de la cuenta de luz”, ya que la empresa distribuidora eléctrica pagará solamente el valor por el cual ella compra la energía en el nodo a las grandes generadoras, algo así como 50 pesos, pero nos seguirá cobrando a los clientes unos 100 pesos aproximados. Significa que con esta Ley y sus reglamento no hay ningún incentivo, pues la mayoría de los chilenos no gustan esperar 15 años para amortizar la inversión de un sistema fotovoltaico, por ejemplo, de 2 kilo watts instalado en sus techos, con el ahorro de un 30% en sus cuentas de luz, aunque la promesa sea un futuro sin gases contaminantes y sin calentamiento global. En fin, un mundo mejor.