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Desde sus orígenes, el Liceo Industrial Chileno Alemán, más conocido como Lichan, ha promovido la incorporación de mujeres para que se especialicen en áreas reconocidas como “rubros masculinos”, como son las áreas de electricidad, electrónica, mecánica industrial y construcción metálica.
“Nosotros fomentamos una discriminación positiva hacia la mujer para que se integre a nuestro Liceo. Contamos con 8,5% de alumnas que se especializan en soldadura y todos los años crece 1% ese número”, comenta Alejandro Weinstein, Gerente General del Liceo Industrial Chileno Alemán.
Para incentivar y perfeccionar a sus estudiantes en soldadura, el Liceo Chileno Industrial Alemán generó una alianza estratégica de más de 20 años con Air Products Indura. “Para nosotros es importante formar a soldadores profesionales y al día con los últimos equipos, gases y técnicas en la materia. Es un orgullo ver como cada vez más mujeres, quienes son minoría en el rubro, se integran a esta especialidad y que somos parte de ese proceso como empresa”, señala Karla Voigt, Gerente de Marketing de Air Products Indura.
Jeniffer Lemus cuenta que entró al Liceo Industrial Bicentenario Alemán, quedó aceptada en el plan metalmecánico y se especializó en construcciones metálicas. “Era un mundo que jamás había conocido. Nunca pensé que podía estudiar algo relacionado con metalmecánica, pero el Liceo me abrió un mundo nuevo”, recuerda.
Generalmente las mujeres de su generación estudiaban administración o contabilidad, pues era lo habitual. “En ese entonces, sólo había 16 mujeres en total en el liceo, hoy hay más de 80”, dice Jennifer.
Durante su etapa escolar, no tuvo mayores dificultades. No obstante, cuando inició su vida laboral sintió que había sesgos de género. Estuvo primero en control de calidad y siguió en el área metalmecánica. “En verdad, pocos se mantienen en el rubro después del colegio”, dice Jennifer, quien continuó sus estudios profesionales en Inacap.
Un día recibió un llamado de su ex Liceo y le propusieron hacer clases, justamente porque muy pocas mujeres se mantenían en la especialidad. Hoy lleva 8 años como docente de Lichan enseñando no sólo la parte técnica de la soldadura, sino que transmitiendo su experiencia de vida y laboral a las nuevas generaciones de mujeres soldadoras.
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