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| Por Amy Zepeda, Directora y Agente de Aduana en SEAL. |
El conflicto entre Rusia y Ucrania, las implicaciones geopolíticas a nivel mundial y los estragos causados por la pandemia han afectado la cadena de suministro mundial. El 2022 fue un año de recuperación pero en ningún caso de normalidad, más si se considera el proceso inflacionario en todo el orbe y la consecuente alza de fletes.
La logística tiene una serie de desafíos para este 2023, ya que tendrá que hacer frente a un número creciente de factores de riesgo, como las restricciones al espacio aéreo, la incertidumbre sobre la futura trayectoria de la demanda de los consumidores y los continuos cuellos de botella que aún no se solucionan.
¿Qué habría que hacer para resolver los problemas actuales de la cadena de suministro? Cabe preguntarse si ¿Es una solución aumentar la capacidad de la demanda? ¿Será una solución el aumento de medios de transportes como camiones y un alza de la flota marítima tal como se espera para los años 2023 y 2024?
La verdad es que no. La cadena de suministro debe modificarse considerar nuevos modelos y dar un salto tecnológico: Supply Chain 4.0. Esta nueva cadena se instaló como un nuevo reto frente a la falta de resiliencia y flexibilidad de su anterior versión, previa a la pandemia. Es por ello que se hace indispensable una nueva cadena de suministro, capaz de prevenir antes que curar, una cadena que aporte planes específicos de forma más rápida y adaptables a casi cualquier situación.
Obviamente uno de los puntos en común es el uso de la tecnología como aliada frente a los imprevistos, y como herramienta para las predicciones. Antiguamente la optimización de costos era la máxima para las organizaciones. Es decir lo único crucial era eliminar hasta el mínimo exceso de los procesos para obtener una máxima eficiencia. Hoy, aquello sirve de muy poco.
Actualmente se requiere una analítica predictiva y prescriptiva. Monitorear y predecir varios eventos, desde la seguridad de los trabajadores hasta evaluar flujos alternativos es clave. Por medio de la data se puede predecir eventos que afecten la cadena de suministro, junto con monitorean de manera proactiva las necesidades de mantenimiento del sistema en general.
La nueva cadena debe ser flexible e innovadora. Los procesos deben ser puestos a prueba en diversos escenarios. A ello sume la creatividad y el potenciamiento de canales de comunicación, tanto con clientes como con el personal y otros operadores. La colaboración es clave para definir rutas alternativas de procesos en situaciones de crisis.
Es indispensable fortalecer o desarrollar las capacidades digitales. La digitalización en la cadena de suministro no puede seguir siendo un anhelo, ya es una cuestión de necesidad y supervivencia, porque solo de esa forma una empresa u organización se puede mantener activa y competitiva.
El Covid-19 ya nos enseñó una triste lección. A la cantidad de vidas perdidas por la pandemia otros miles sufren una serie de consecuencias negativas como producto de los atascos en la cadena de suministro mundial.
Es necesario implementar cambios ahora. Solo piense esto. Solo con seguimiento y localización se podría identificar los atascos y las empresas tomar medidas que faciliten los problemas de entrega.
En la actualidad, no siempre es fácil seguir la pista a los cientos de miles de contenedores marítimos que atraviesan el mundo. El uso de la tecnología para controlar los movimientos y anticiparse a los atascos contribuiría en gran medida a solucionar los problemas logísticos y a aliviar los atascos en el transporte.
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