Un atractivo diseño arquitectónico tiene el recién terminado proyecto de reconstrucción del terminal de buses de la nueva Santa Olga en la comuna de Constitución, localidad forestal que se levanta tras el voraz incendio del 25 de enero de 2017 y que dejó más de mil habitantes damnificados.

Este espacio público ubicado en el acceso al poblado en reconstrucción luce una gran cubierta de madera laminada construida bajo el método “finger joint”, compuesto por maderas de 2x2 entrelazada y pegadas con resina que conforman el gran tablero que se corta para dar la forma de la estructura.

El arquitecto Alejandro Pacheco, coordinador de la Comisión de recepción de la obra, señala que “había que hacer un gesto arquitectónico con Santa Olga, zona donde el material principal es la madera. Es pino radiata que está protegido de la intemperie con sellante de poros abierto que permite que la madera respire y que se proteja de la filtración Ultra violeta (UV)”.

Se hace un gran tablero donde se diseña la forma de la cubierta mientras que las vigas que son completas de madera son unidas con herrajes metálicos de acero galvanizado.

“El comportamiento de la madera en la construcción es tremendamente positivo porque es un producto que al ser bien tratado tiene una mayor resistencia al fuego que otros elementos como el acero”, agrega el arquitecto.

Los usuarios son los más contentos pues aseguran mejorará ostensiblemente la funcionalidad del recinto al disponer de un espacio protegido de la lluvia con servicios higiénicos, acceso y boletería para minusválidos.

Zunilda Caro Aravena llegó a vivir al lugar hace 40 años y sostiene que las nuevas dependencias servirán sobre todo a los estudiantes y adultos mayores que esperan locomoción para ir a Talca, Constitución o Empedrado.

“El diseño del terminal rescata la madera y es mucho mejor que el que existía antes del incendio. Los vecinos sobre todo los más vulnerables tendrán mejores condiciones de seguridad para tomar y dejar la locomoción colectiva que los traslada a los colegios o centros de salud”, dice Zunilda.

La vecina Orfelina Cáceres ha sido testigo de todo el proceso constructivo y dice estar orgullosa. “Lo único que pedimos es que las personas cuiden el nuevo edificio pues será de ayuda para toda la comunidad”, expresó.

De acuerdo a lo informado por autoridades municipales y de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Pública (MOP), el recinto será puesto en servicio aproximadamente en cuatro meses más, cuando se termine de construir el acceso vial.