Si se limita la mirada de la oferta de moldajes en Chile a empresas que entreguen un servicio, y no se dediquen solo al arriendo o venta de productos, creo que la oferta es bastante limitada. No son muchas las empresas que cubren este mercado, que tiende a centrarse a las grandes obras y a la industria minera en general, debido a la complejidad de estas y en especial a los estándares de seguridad requeridos.

Son muchas las formas de clasificar los moldajes; dentro de las que habitualmente se consideran, tenemos las siguientes:

• Según su naturaleza de origen
Sistemas prefabricados desarrollados y diseñados por industrias y profesionales especialistas, soluciones prefabricadas definidas en obra, y soluciones desarrolladas in situ.

• De acuerdo a su uso
Este tipo de productos se puede clasificar también en base al requerimiento que tendrán, ya sea moldajes de muros, de pilares, de vigas, de losas, etc.

• Según el material de fabricación
Los llamados también encofrados se pueden agrupar en distintas clases según este parámetro. Existen moldajes 100% de madera, totalmente metálicos, sistemas mixtos para los anteriores y de otros materiales como polímeros.

• En base a su forma de trabajo
De acuerdo a cómo el sistema interactúa con las metodologías de trabajo y procedimientos de obras, existen moldajes manuportables, manejables solo con grúas, autotrepantes, deslizantes y colaborantes.

¿Cómo ha avanzado este tipo de productos en materia de tecnología?

Claramente, si limitamos este tema a la industria especializada prestadora de servicios, esta se ha desarrollado bastante, implementando nuevos materiales, desarrollando soluciones más versátiles, sistemas más livianos, mejoras importantes en los sistemas de montaje, unión y sujeción.

Sin embargo, al hablar del avance tecnológico en los sistemas de moldajes utilizados en la industria de la construcción, es necesario incluir las obras que resuelven el moldeado de sus hormigones con soluciones desarrollas y ejecutadas in situ. En ese sentido, tenemos una parte importantísima de la industria que prácticamente no ha evolucionado en el tiempo.

La seguridad de los sistemas de encofrados, ya sea pensada en seguridad laboral y como sistemas estructurales soportantes, depende de la naturaleza de origen del sistema utilizado.

La industria especialista nos entrega soluciones mucho más livianas y con mayor versatilidad y facilidad de montaje, lo que disminuye el riesgo al cual están expuestos los distintos trabajadores que participan de dichas faenas, tanto en la manipulación de los elementos, su montaje y posterior descimbre.

Por otra parte, el tener el respaldo de empresas y profesionales especialistas, hace que la solución sea, además, un sistema estructural soportante que no pondrá en riesgo la estabilidad de las estructuras soportadas durante las distintas etapas de ejecución de las obras.

No obstante lo anterior, en un porcentaje importante de obras, y en particular, obras menores o con desarrollo de moldajes a partir de soluciones in situ, el factor de seguridad se transforma en una variable muchas veces dejada al azar, y esto claramente, por el hecho de que la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones tampoco los reglamenta y no existen normas chilenas que los regulen, lo que limita el quehacer profesional en estas materias.

Para hacer una identificación de los sistemas más usados en los proyectos de edificación, creo que primeramente es necesario dividir en dos a este mercado, ya que dependiendo de la naturaleza o envergadura de las obras, es el tipo de solución de moldajes que principalmente se encontrará en ellas. Tenemos un mercado cubierto por las soluciones desarrolladas por la industria especialista, la cual cubre principalmente los grandes proyectos, y un mercado compuesto por un porcentaje importante de obras medianas y menores, que se cubre con el desarrollo de soluciones definidas in situ por los profesionales de obra o el personal a cargo de dichas tareas.