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SOLUCIONES DE IMPERMEABILIZACIÓN
Mejorando la calidad de las construcciones

De acuerdo a los especialistas, la actividad de impermeabilización en el desarrollo de proyectos de construcción, tanto en el ámbito público como privado, debe sufrir cambios estructurales profundos de manera de definir claramente los alcances en diseño, ejecución, supervisión, control y asesoría.

Una de las principales causales de las patologías existentes en una edificación u obra de infraestructura provienen de la despreocupación del tratamiento de la humedad, la que resulta de diferentes fuentes, ya sea del suelo, factores de clima, condiciones de confort y propiedades de los sistemas constructivos utilizados. La consecuencia de la falta de impermeabilización puede afectar a la construcción en la aparición de infiltraciones, pérdida de confort, aparición de eflorescencias, corrosión de estructuras y surgimiento de fisuras, entre otras.

“Es por esta razón que se habla de una impermeabilización integral de la construcción y cuya solución dependerá de los grados de complejidad de los proyectos, tratándose de impermeabilización de hormigones o estructura principal, control de juntas y tratamiento de la envolvente”, señala Marcelo Lucero, Director Escuela de Construcción e Ingeniería de AIEP.

Entendiendo que el gasto de postventa de una obra tiene una relación de 1:3 como mínimo “debido a que nos enfrentamos a la solución de un vicio oculto y que generalmente las obras tienen respuestas de tipo reactiva y muy pocas consideran la impermeabilización como parte integral de un proyecto, es que el mercado está en proceso de maduración respecto de la importancia de esta especialidad dentro de la industria de la construcción. Esto, debido, principalmente, a la falta de conocimiento de la materia en general”, indica Hugo Tapia, Académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central.


Sistemas constructivos

Existe coincidencia en que lo mejor es considerar la impermeabilización desde el origen del proyecto constructivo; si bien significa un aumento de inversión, las posteriores reparaciones suelen ser más costosas.

En el tratamiento del hormigón, principal sistema constructivo utilizado en nuestro país, existen distintas soluciones dependiendo en qué etapa de la obra se considera efectuar. “Si se lleva a cabo en fase primaria, es probable que se realice una membrana impermeable de cualquier tipo de material que garantice la absoluta estanqueidad de la estructura, pudiendo utilizarse para revestimientos con resinas (acrílicos, PU), morteros predosificados, con láminas PVC, TPO, HDP, bentonita, asfalto”, destaca el profesional de AIEP.

Por otra parte, existen trabajos complementarios a la impermeabilización inicial y otros de reparación que conducen a la estanqueidad de la construcción. Estos trabajos pueden consistir en inyecciones, aplicación de morteros predosificados impermeables, recubrimientos con hormigón proyectado o convencional, sellado de juntas y fisuras, drenajes, y juntas de construcción y dilatación.

La clave está en un adecuado diseño de la estructura y de la solución, así como en la mezcla de hormigón y la utilización de aditivos impermeabilizantes en conjunto con aditivos reductores de agua (plastificantes, superplastificantes o hiperplastificantes), sin olvidar que, para un resultado óptimo, se debe conjugar la solución, con la colocación del hormigón y el tratamiento de los puntos críticos de una estructura como juntas, pasadas y envolventes.


Diversas soluciones

Respecto a las novedades en materia de soluciones de impermeabilización, “existen alternativas para sistemas constructivos e infraestructura de última tecnología que agregan productividad, reducción en tiempos de aplicación y mayor rendimiento gracias a bicomponentes de alta densidad y desempeño (elastómeros), tanto para proyectos de impermeabilización, como proyectos de contención secundaria, revestimiento de tanques, túneles y otros proyectos industriales”, indica Hugo Tapia, de la Universidad Central. Estos sistemas de aplicación aportan una membrana continua que dan garantía de mayor durabilidad a la impermeabilización. El académico de la Universidad Central señala que durante los últimos años el PVC, dado su mayor tiempo de vida útil, ha ido sustituyendo a la tela asfáltica que se utilizaba. Es así como para el caso de tratamiento y protección de estructuras de hormigón para obras de mayor envergadura, las más utilizadas son las membranas de PVC. Entre sus principales características están el ser más flexibles, tener alta resistencia química al envejecimiento y penetración de raíces, y su vida útil, que superaría los 50 años. Además de ser 100% impermeables, existen láminas de PVC con una cara de geotextil que se pega con adhesivos a la base.

Entre los aditivos, “se encuentran los hiperplastificantes de última generación con nanosílice incorporada, que actúa en forma sinérgica reduciendo los requerimientos de agua y la correspondiente exudación en los hormigones, cumpliendo así con altos estándares de impermeabilidad. A su vez, hay aditivos por cristalización que permiten sellar microfisuras y aumentar la resistencia a ataques químicos, mejorando la durabilidad del hormigón”, complementa Marcelo Lucero.

Por otra parte, existen las resinas impermeables de inyección acuarreactiva, que en contacto con el agua aumentan su volumen 1, 10 o hasta 3.700 veces. Se utilizan principalmente en relleno elástico e impermeabilización de fisuras, obras civiles en condiciones secas, húmedas y con infiltración de agua a presión, resina para llenado de tubos de inyección e impermeabilización contra subida de humedad en estructuras de mampostería.

En la búsqueda de la protección de las filtraciones de la envolvente, los sistemas más utilizados son pinturas o barniz impermeabilizantes, revoque monocomponente hidrófugo a base de dispersión de resinas sintéticas, fibra de vidrio impregnada y reforzada con resinas acrílicas entre dos capas de revoque hidrófugo, hidrorepelentes (barreras impermeables, impidiendo el paso del agua, previniendo de esta forma la infiltración de humedad producto de lluvias o napas subterráneas), impermeabilizantes elásticos (polímeros que permiten sellar las fisuras, incluso con movimientos), revestimientos cementicios (rígidos o flexibles) y las membranas líquidas de poliuretano.

En los últimos años, la industria de la construcción se ha visto inmersa en una serie de cambios en la estructura de mercado. Los cambios sociales, la profusión informativa que resalta las fallas y daños en las construcciones que afectan a los usuarios, y las mayores exigencias en cuanto a estándares técnicamente apropiados, “plantean la necesidad de educarse, definir y regular, en el ámbito de la ‘Estanqueidad de la Edificación’, conductas éticas y las buenas prácticas por parte de las empresas del rubro de la impermeabilización”, afirma Hugo Tapia.

El desafío está puesto en el aseguramiento de la calidad de las intervenciones, proyectos y controles, frente a eventuales daños que puedan presentar las construcciones ante eventos de cualquier índole o por el simple paso del tiempo.

Agosto 2018
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