¿Cómo se proyecta en este nuevo cargo y cuáles son sus principales objetivos?
Con el desafío de ampliar y profundizar la relación con nuestros socios y usuarios del mundo privado y público, ya sea en la labor normativa, de acreditación, capacitación y metrología que el Instituto tiene asignada. También, haciéndonos parte de la agenda de trabajo que impulsa el Gobierno, construyendo las herramientas técnicas que nos permitan abordar los desafíos de los acuerdos multilaterales que nuestro país ha firmado. Para ello, sin duda, las normas técnicas constituyen un tema de gran relevancia, ya que si el país no cuenta con normas que estén de acuerdo al desarrollo tecnológico o carece de regulaciones para determinados productos o servicios, no existiría confiabilidad de parte de los distintos mercados internacionales. El trabajo normativo nacional permite ampliar y mejorar la competencia del país en los diferentes mercados mundiales, y ese es uno de sus grandes aportes.

Específicamente, ¿cuál es el papel del INN en el desarrollo del rubro de la construcción?
Creemos que desempeña un papel de gran importancia, ya que proporcionamos las bases para las especificaciones técnicas de ejecución de los proyectos, en que se citan los requisitos de los materiales que se utilizan en las obras, así como para el análisis y diseño de edificios. Por ejemplo, las normas de diseño sísmico de estructuras e instalaciones industriales o de edificios con aisladores sísmicos. Asimismo, todas aquellas normativas que involucran aspectos de seguridad humana son declaradas obligatorias, por lo que su desarrollo en este ámbito es muy relevante. Cabe mencionar que el instituto inició sus actividades el año 1944 -como INDITECNOR-, precisamente con el estudio de normas para el área de la construcción. Otro aspecto importante a consignar es nuestra estrecha colaboración y trabajo con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, MINVU, el SERVIU Metropolitano, la Corporación de Desarrollo Tecnológico de la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y la Corporación Chilena de la Madera, CORMA, por nombrar algunas instituciones.

¿Cuáles son las principales normativas que existen en torno a la construcción?
Contamos con alrededor de 900 normas, que se relacionan con requisitos, métodos de ensayos de materiales y componentes utilizados en construcción, como ladrillos cerámicos, se-llantes, hormigón, morteros, acero, paneles y fibrocemento, entre otros; con requisitos para el análisis y diseño de edificios, como hormigón armado, diseño sísmico y sobrecargas de uso, por mencionar algunos; y recomendaciones para el diseño arquitectónico, como zonificación climático ha-bitacional para Chile y modulación.

¿Qué posición tiene Chile respecto a otros países en el tema normativo?
En comparación con otros países nos falta mucho por hacer, si consideramos que Argentina cuenta con más de 3.500 normas en esta área, México con alrededor de 3.000, y España, Suecia, Estados Unidos, Inglaterra y otros países de Europa, con más de 7.000. Este es un claro ejemplo de lo que aún queda por hacer.

A su juicio, ¿qué falta para contar con una normativa que regule eficiente y armónicamente el rubro de la construcción?
La participación más activa del propio sector, conocer lo que es la normalización y las ventajas que ésta representa, ya que, claramente, tiene más beneficios que costos. Los requisitos o exigencias en las normas son de iguales características para todos, y sólo buscan equiparar el nivel de requerimientos y calidad de los productos que se producen y comercializan a nivel local como internacional, situación que sin duda beneficia a la economía nacional, puesto que los productos que se importan deben responder a los mismos requisitos que los exigidos a nivel nacional. Por otra parte, el hecho de estudiar las normas con representantes de todos los sectores del país -Estado, universidades, colegios profesionales y empresas privadas y públicas- asegura que éstas no privilegian el interés de un sector o grupo en particular.

¿Cuáles son los criterios utilizados para elaborar las normas?
En todos los casos que sea posible se debe tomar como base la norma internacional correspondiente ISO-o, en su defecto, una norma regional -COPANT, CEN, etc.-, tratando que las desviaciones o modificaciones con respecto a ella sean mínimas. Asimismo, se deben tener en cuenta las definiciones de materiales y productos de las nomenclaturas arancelarias.

El estudio de las normas se efectúa en un Comité Técnico, al que deben asistir representantes de todos los sectores relacionados con el tema normativo, es decir, productores de bienes y/o servicios, usuarios y/o consumidores, organismos científicos y tecnológicos y organismos del Estado. De esta forma se garantiza que la norma aprobada está de acuerdo al estado del arte del rubro construcción y que considera el criterio de los distintos sectores.