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Yves Besançon, arquitecto de Costanera Center, socio de Alemparte Barreda Wedeles Besançon Arquitectos y Asociados:
“Con Costanera Center,
el país tendrá un edificio iconográfico”

Recién inaugurada, la primera etapa del gran proyecto Costanera Center espera pasar la prueba; una tarea nada fácil considerando el aluvión de críticas que ha debido sortear desde su concepción. Con una planeada puesta en marcha por etapas, durante el 2012 sólo funcionará el Centro Comercial y 3 mil estacionamientos. Más adelante vendrán las torres, las oficinas y los hoteles. Acerca del impacto de Costanera Center, las obras de mitigación y la aspiración iconográfica de este proyecto, conversamos con Yves Besançon, el hombre tras la construcción de Costanera Center.

Es posible prestigiar un proyecto en medio de la polémica que genera su ubicación?
Por supuesto, de una manera muy sencilla: abriéndolo, probándolo y haciéndolo caminar. La gente se dará cuenta que toda esta polémica eran sólo malos augurios. Hemos trabajado años en este proyecto, en conjunto con equipos de ingenieros especialistas en distintas materias, y directamente también con Horst Paulmann, que está preocupado en forma personal que esto funcione bien.

Entonces, ¿la confianza de que todo funcione bien es absoluta?
Así es. Tenemos plena confianza porque esta gran obra queda en manos de Horst Paulmann; él es el inversionista y el dueño. No se trata de un negocio inmobiliario como todos los que vemos a nuestro alrededor, en que quienes construyen luego se van, sin importar cómo funcione. Por eso, si con el pasar de los días vemos que se generan problemas, los corregiremos rápidamente. Los privados resuelven rápido los problemas que deben enfrentar, no como el Estado, que es lento en reaccionar; además, al que más le interesa que Costanera Center funcione bien es a Horst Paulmann. Ya lo ha demostrado con sus otros proyectos. Por ejemplo, cuando se dio cuenta que para entrar al Alto Las Condes se producían largas colas en la caletera, no vaciló en idear un proyecto que, aunque demoró dos años en ser aprobado, revitalizó los accesos haciendo un túnel desde Kennedy.


Mitigación: Una promesa cumplida


“El problema que existe en ese lugar no es provocado por Costanera Center”. Eso dice el arquitecto, socio principal de la oficina Alemparte Barreda Wedeles Besançon Arquitectos y Asociados, refiriéndose a la congestión vial que rodea el sector y que se presume aumentará al punto de hacerse insostenible a causa de este nuevo Centro Comercial. Simplemente, señala, los que construyeron edificios antes de Costanera Center no mitigaron nada, y ahora el que paga la cuenta final -y total- es este proyecto.

La apertura del mall por etapas, ¿pretende una especie de marcha blanca?
En alguna medida sí. Abre primero el Centro Comercial, que tiene horas peak completamente distintas a las de una oficina. En la mañana las empresas del sector comienzan a funcionar desde las 8.00 a las 9.30 AM, y el mall, en cambio, tiene un horario de 11.00 a 22.00 horas. Los cines y restaurantes cerrarán más tarde. Claramente, cuando abramos las torres -a partir de febrero del 2013- las horas peak serán más parecidas, pero también lo haremos por etapas, de manera de tener un control del funcionamiento del sistema.

¿A esas alturas ya estarán construidas las obras viales comprometidas?
Esperamos que sí, aunque ninguna está ni siquiera proyectándose. El ministro está recién en el desarrollo del proyecto, para comenzar el proceso de licitación a fines de este año. Todo esto, a pesar que el Estado se comprometió a construirlas el año 2007, cuando aprobó el ESTIU, que considera las obras de la Rotonda Pérez Zujovic, Costanera Sur y Américo Vespucio Oriente.

Por parte de Cencosud ¿qué obras de mitigación ya están operativas?
Todas las obras de mitigación que dependen de Horst Paulmann y de Cencosud están hechas y se harán, porque están divididas en cuatro etapas. El ESTIU nos determina la obligación de realizar 22 obras, que suman US$62 millones. Ni más ni menos que US$11.000 por cada automóvil estacionado, algo nunca visto. En otros proyectos se ha llegado a pagar hasta US$2.000 y Costanera Center está pagando cinco veces más.


Un proyecto especial y único


En términos arquitectónicos, Yves Besançon sostiene que Santiago ganará muchas cosas gracias a Costanera Center. Se erige una gran construcción donde antes operaba una fábrica; se llena un vacío, al instalar un mall en una zona donde no lo había; y se cumple la promesa de construir un centro comercial urbano, que será visitado en su mayoría por personas que llegarán a pie o en transporte público, ofreciendo una gran densificación de actividades en un mismo lugar y evitando el uso del automóvil. Por último, afirma Besançon, “toda ciudad que quiere entrar a la modernidad, merece tener un edificio emblemático e iconográfico, que la coloque en el mapa del mundo. Tal como la Opera de Sidney, el Empire States de Nueva York y la Torre Eiffel de París, la Gran Torre Costanera de Santiago será un gran lugar para conocer”.

Además de aspirar a ser el edificio más alto de Sudamérica, ¿en qué otros aspectos es superior?
No me gusta la palabra “superior” para referirnos a nuestros proyectos. Prefiero catalogarlo de especial y único. En primer lugar, esta torre es un rascacielos proyectado por un arquitecto especialista en edificios de grandes alturas, César Pelli, de trayectoria impresionante, con quien nos asociamos para hacer este edificio y cuya idea conceptual es de él. Los rascacielos deben cumplir ciertas condiciones básicas para su buen comportamiento sísmico, contra el viento y el adecuado aprovechamiento de su planta, y éste los cumple absolutamente. Por ejemplo, la torre más alta está construida en torno a un eje central, con una proporción de 1 a 6 en altura, que además de darle una forma muy esbelta, le otorga una excelente proporción -según los ingenieros- para un edificio ubicado en un país sísmico.

¿La tecnología involucrada en el proyecto está a su altura?
Definitivamente. Actualmente es posible levantar edificios de esas proporciones, porque contamos con nuevas tecnologías de construcción, como grúas auto-trepantes, moldajes y andamios trepadores y hormigones de H70, de alta resistencia, que no existían en épocas anteriores. Asimismo, este edificio tiene, a diferencia de todos los edificios en Chile y de muchas partes del mundo, ascensores de dos pisos, que suman 48 y de los cuales 36 son dobles, lo que aumenta en 80% el transporte de pasajeros en el edificio y disminuye su área de ocupación en planta.

La gran torre es muy distinta a todos los demás también, porque tiene un diseño perfectamente aerodinámico, de esquinas facetadas, que opone menor resistencia al viento y que, por lo tanto, provoca efectos mínimos de vórtice. Eso se traduce en que no hay turbulencias y que no vibra aún teniendo en cuenta su magnitud. Gracias a su forma, éste es un edifico que no necesita ningún elemento adicional para evitar las vibraciones.

¿Y en cuánto a belleza?
Es de gran belleza, en mi opinión. Su estética está basada en líneas muy sencillas, simples, austeras y limpias, que fueron las condiciones básicas que puso Horst Paulmann cuando nos reunimos por primera vez con César Pelli, hace casi una década.

¿Cambió mucho la idea inicial tras los estudios de ingeniería? ¿Qué pasó después del terremoto?
No. Y eso era algo que deseábamos. Como arquitectos chilenos, albergamos en nuestro corazón el sismo, desde siempre. Estamos obligados a proyectar estructuras que sean sísmicamente aceptables y no sólo ideas magníficas que luego sean completamente cambiadas por el Ingeniero preocupado de hacerlas a pruebas de sismos. Somos creadores de formas, con base sísmica, más aún en este proyecto que, además de tener una base 1 a 6, está montado sobre 10 mil metros cúbicos de hormigón, base ubicada bajo el quinto subterráneo.

Además, su esbeltez también colabora en este fin, porque al ir achicándose hacia arriba, en perfecta simetría, la hace todavía más estable y segura.

Obras de mitigación
Para las etapas 1 y 2, que contempla la reciente apertura del Centro Comercial, además de Easy y Jumbo, las obras de mitigación son:

• El puente nuevo sobre el Río Mapocho, construido paralelo al existente, que da continuidad al Túnel San Cristóbal y al eje Tobalaba.

• Tres puentes sobre el Canal San Carlos, para retornos y accesos adecuados.

• Ensanche de Av. Vitacura, desde Nueva Tajamar hasta la calle Helvecia.

• Ensanche en dos pistas de la calle Holanda.

• Construcción de una pasarela sobre Av. Holanda y Av. Vitacura, de 75 metros de largo, con escaleras mecánicas, para el tránsito de personas desde Metro Tobalaba.

• Construcción de todas las veredas del entorno, y ampliación al doble de las veredas de Av. Vitacura y Nueva Tajamar.

• Construcción de Nueva Tobalaba en tres pistas.

• Construcción de los accesos al edifico en desniveles, para reducir el atochamientos de vehículos producto del paso de peatones.

• 300 estacionamientos para bicicletas y autos híbridos, además de camarines para ciclistas.

• Construcción de una ciclovía, paralela al Canal San Carlos.

Julio 2012
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