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Desde 2016 Goodyear Chile opera bajo una política de cero envíos a rellenos sanitarios, gestionando responsablemente los residuos tanto de su proceso productivo como de los neumáticos fuera de uso de sus clientes.
Y es que, en el margen de la sostenibilidad y la economía circular, Chile redactó la Ley 20.920, conocida como Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y que se ha ido implementando paulatinamente. Esta legislación obliga a los fabricantes e importadores de ciertos productos prioritarios a hacerse cargo de los residuos generados al final de su vida útil.
El proceso de reciclaje de Goodyear para sus neumáticos funciona como un ejemplo de innovación y eficiencia. Utilizando un método de trituración mecánica, la empresa -a través de un tercero- transforma estos neumáticos usados en nuevos productos y materiales valiosos. El proceso incluye varias etapas, desde la extracción de la primera capa del neumático hasta la obtención de gránulos que se utilizan en la fabricación de diversos productos, como pisos para plazas de juegos y canchas sintéticas.
Goodyear trabaja con un sistema de gestión colectivo que emplea tanto el reciclaje mecánico como un proceso fisicoquímico llamado “pirolisis”. Este último permite recuperar productos como negro de humo, aceite pirolítico y acero, que pueden ser reutilizados en otros procesos de elaboración.
“Un residuo debe considerarse como un recurso porque puede ser reutilizado o transformado para darle un nuevo valor en otros procesos productivos. Esto es clave en el concepto de economía circular, donde el objetivo es que los productos y materiales sigan siendo útiles el mayor tiempo posible, reduciendo el desperdicio y el impacto ambiental”, dice Karen Rojas, Environmental Specialist de Goodyear Chile.
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