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Gonzalo Collado, Gerente General de Senator International Chile. |
Por Gonzalo Collado, Gerente General de Senator International Chile.
La logística tiene una relación directa con el crecimiento de los países, ya que actúa como un motor clave para facilitar el flujo eficiente de bienes y servicios dentro y fuera de los territorios, impactando directamente en la economía. Un sistema logístico eficiente reduce los costos de transporte y mejora los tiempos de entrega, lo que permite a las empresas competir mejor en los mercados internacionales. Un país con puertos bien conectados, buenas carreteras y sistemas de distribución ágiles puede exportar e importar productos a menor costo, aumentando su competitividad global.
Los puertos son la puerta de entrada y salida de productos y, por lo tanto, dependiendo de la capacidad que tengamos de exportar o importar, nuestra capacidad de crecimiento aumenta o disminuye. Chile tiene un gran potencial logístico. Sin embargo, para capturar todo su valor, debemos avanzar en potenciar exponencialmente la capacidad de nuestros puertos.
Muestra de esta urgencia es que el Puerto de San Antonio, el más importante del país, maneja más del 50% de las importaciones y exportaciones chilenas. En 2022, movió 22.2 millones de toneladas de carga, pero su capacidad operativa ya está llegando al límite, generando cuellos de botella y largos tiempos de espera. La falta de expansión oportuna ha llevado a que el puerto registre niveles de congestión que retrasan las operaciones hasta 10 días en períodos de alta demanda, según datos del Consejo Marítimo Portuario.
Hace ya casi 10 años se planteó la necesidad de ampliar el Puerto de San Antonio. Sin embargo, la permisiología excesiva y burocrática característica de nuestro país ha retrasado este importante proyecto, el cual debía iniciar su construcción en 2021. Ahora comenzaría el año 2026 o incluso más tarde. Estos hechos nos quitan seriedad como país y aleja las necesarias inversiones que necesitamos para crecer.
Otros países de la región están avanzando más rápido en este aspecto, por la importancia de que tiene. Por ejemplo, Perú está aumentando sus inversiones portuarias, con proyectos como la expansión del Puerto de Callao, que tendrá una capacidad superior a 4 millones de TEUs, amenazando la competitividad de los puertos chilenos.
Sin embargo, los desafíos no están solo en las costas. También hay un importante reto en la conexión vial. El Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha señalado que más del 65% de las rutas que conectan los puertos del país con los principales centros productivos no cumplen con los estándares de capacidad para soportar el flujo de camiones pesados. Esto es especialmente problemático en las conexiones con los puertos de Valparaíso y San Antonio. Estos son desafíos que debemos abordar ahora como país.
Un país que no tiene buenos puertos, no se va a desarrollar nunca. Por eso, avanzar en el potenciamiento de nuestra capacidad portuaria es una urgencia. Si no lo hacemos, serán otros países los que capturarán esta importante oportunidad.
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