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Ineco, la ingeniería y consultoría del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de España, ha presentado un informe llamado “Última milla. ¿Será sostenible la creciente demanda de servicios de paquetería en entornos urbanos?”. En el reporte se analizan las dificultades que generan estos servicios para la sostenibilidad.
Según Ineco, el transporte urbano de mercancías contribuye en más de un 15% al tráfico de las ciudades, siendo responsable del 25% de las emisiones de CO2, 30% del NOx y el 50% de las partículas emitidas a la atmósfera en este entorno.
Para responder a los desafíos de la distribución urbana de mercancías y al mismo tiempo, evitar la generación de emisiones, el estudio destacó cuatro factores clave:
1- Tecnología: Realización de ensayos y pruebas piloto con drones y pequeños robots autónomos, impulso a la electrificación de flotas de distribución y aumento de las infraestructuras de repostaje.
2- Infraestructuras y logística: Implantación de microhubs urbanos, posibilitando el uso de vehículos de menores tamaños y más ecológicos para los repartos.
3- Regulación: Ampliación de la regulación de las Administraciones Públicas para que las normativas y ordenanzas no solo abarquen temas de tráfico, sino también aspectos relacionados con los usos del suelo o el despliegue de nuevas tecnologías, recopilación y uso de datos, transparencia y privacidad, etc.
4- Colaboración: La creación de espacios estables para canalizar las problemáticas del sector logístico y consensuar actuaciones concretas que den respuesta a las necesidades presentes y futuras.
El estudio de Ineco también mostró que cada vez se demandan más envíos, con menores plazos de entrega y la posibilidad de seguimiento del paquete. Por ello, las empresas siguen aumentando la cantidad de vehículos en sus flotas. Lo importante es que estos nuevos medios de transporte sean opciones sostenibles, como es el caso de los vehículos eléctricos, que se han incorporado ya en distintas regiones del mundo.
Desde Ineco concluyeron que todos los sectores implicados en la distribución urbana de mercancías son conscientes de los nuevos retos que deben afrontar, muchos de ellos derivados de los nuevos hábitos de los consumidores.
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