Equipos eléctricos

Este sistema de energía es el que más ha crecido en el último tiempo, contándose dentro de sus grandes ventajas la nula contaminación que genera, tanto de manera acústica como en emisiones. Estos equipos -de uso obligado en las empresas médicas y en las que fabrican alimentos- implican una inversión inicial mayor y, aunque son más delicados, su mantención es más económica, siendo además el sistema que menos energía consume.

Por estar en su gran mayoría pensados para interiores, estos equipos suelen ser diseñados para trabajar en pasillos más pequeños, lo que permitirá un mayor aprovechamiento de la bodega.

Sus puntos débiles son que sólo se deben ocupar en interiores, dado que bajo ninguna circunstancia pueden trabajar en superficies mojadas; y que sus baterías deben ser tratadas con mucho cuidado, dado que es muy común que una mala operación les acorte significativamente la vida útil, así como el tiempo de uso en cada ciclo (en una batería en buen estado, éste debería bordear las seis horas). De hecho, las baterías adicionales deben guardarse en un lugar seco y con ventilación.

Respecto a los equipos de combustión, los más comunes en nuestro país son los a gas, cuya principal ventaja es su versatilidad, dado que pueden trabajar bajo la lluvia e incluso en superficies no pavimentadas. La gran mayoría son contrabalanceados, lo que los transforma en equipos difíciles de operar en pasillos reducidos.

Por otra parte, aun cuando contaminan, éstos son los más ecológicos de los equipos de combustión (algunas marcas tienen modelos que cumplen en un 99% la normativa EPA). Además, no necesitan una mayor logística para la compra y el almacenaje de los cilindros de gas, aun cuando se puede instalar un surtidor si es que la cantidad de equipos o el consumo lo amerita. En comparación a los equipos eléctricos, representan una inversión menor.

Son los que se han visto más afectados por el alza de los combustibles (eso sí, al parecer se van a obtener beneficios tributarios), pero tienen importantes ventajas que los hace ser muy importantes en la minería y construcción, faenas de trabajo cuyos equipos normalmente se encuentran configurados para este combustible.

Además, permiten motorizaciones más grandes, lo que lógicamente conlleva equipos de gran tonelaje, que no se pueden alcanzar en otros tipos de energía.

Sin embargo, a pesar de que el tipo de energía hoy va de la mano de la función que desempeñará el equipo, no hay que dejar de lado lo que nos pueda esperar en el futuro, ya que hay compañías trabajando en el ahorro de combustible, implementando tecnologías de punta como son los motores híbridos o sistemas de recuperación de energía. Sólo nos queda esperar.