| | Roberto Cáceres, JAS FORWARDING | | | | Jorge Anacona, UTi CHILE | | | | Diego Estrin, EXPEDITORS CHILE | | | | Francisco Gutiérrerz, AIR SEA WORLDWIDE SERVICE | | | | Marcelo Hernández, VICTORIA LINE GROUP | | | | Jacqueline Trigo, AGILITY LOGISTICS | | | | Hernando González, CAMARA ADUANERA | | | | Esteban Kohan, GEODIS WILSON | | | | Gabriel Gómez, GEODIS WILSON | | | | Carlos Hopfenblatt, DELFIN GROUP | | | | Jorge Mac Ginty, CAMARA ADUANERA | | | | María Teresa González, LOGISTICA CHILE | | | | José Miguel Pedrosa, MAPETRANSPORT | | | | Juan Salinas, DELFIN GROUP | | | De acuerdo a la definición de Roberto Cáceres, Gerente General de JAS Forwarding Chile, un freight forwarder comenzó siendo el encargado del transporte de carga vía marítima, aérea y terrestre de origen a destino. Pero además, como indica Jorge Anacona, Sales & Marketing Manager de UTi Chile, es un servicio de optimización de la cadena logística de los clientes, que más allá del transporte también integra a los proveedores y clientes finales. Hace una década, a juicio de Diego Estrin, Gerente General de Expeditors Chile, un freight forwarder transportaba la carga de origen a destino, pero hoy su labor está centrada también en entregar al cliente información valiosa para la optimización de su proceso logístico. Se trata, a diferencia de años atrás, de acuerdo a la opinión de Francisco Gutiérrez, Gerente Comercial de Air Sea Worldwide Service, de nuevas funciones, mucho más amplias, que abarcan el control de obras de los proveedores, detalle a detalle, junto con la distribución final. Los freight forwarders han pasado a ser, según Marcelo Hernández, Export Manager de Victoria Line Group, operadores logísticos especializados, ligados a la operación de empresas de mercados verticales. Sucede, como explica Jacqueline Trigo, Encargada de Importaciones Marítimas Tráfico Europa de Agility Logistics, que los servicios de un freight forwarder se han complejizado producto de la competitividad del mercado global, por lo tanto, mover la carga de punto a punto ya no es todo. "Adicionalmente a eso, nos encargamos del almacenaje, embalaje y etiquetado; siempre en línea con las necesidades de los clientes. Para dar un buen servicio, los freight forwarders han debido invertir en sistemas de comunicación y seguimiento de la carga, lo que los acerca a las funciones propias de un operador logístico", argumenta. Junto con la aplicación de tecnología para el control y manejo de procesos, los freight forwarders también están para agregar valor a la cadena. Aquí, a juicio de Jorge Anacona, se vuelven relevantes las herramientas que permiten medir cuantitativamente el servicio entregado a los clientes, a través de la entrega de KPI y de planes customizados, dependiendo de las necesidades de cada empresa. El rol de la Aduana A pesar de la evolución experimentada en el mercado por los freight forwarders, aún existen diferencias en la operación de los embarcadores chilenos en relación a la que se da en países desarrollados. A juicio de Roberto Cáceres, "el marco regulatorio legal no permite a los freight forwarders ejercer las labores de un agente de aduana, como sí ocurre en Europa y Estados Unidos, lo que les impide abarcar los servicios logísticos en su totalidad". Efectivamente, como indica Diego Estrin, Chile y Colombia son dos de los países en los que el freight forwarder no puede ser agente de aduana, mientras que en el resto del mundo los embarcadores entregan un servicio integral, que incluye la aduana. "Eso implica tercerizar un área, perdiendo el control sobre el proceso", afirma. Para Hernando González, Gerente de la Cámara Aduanera de Chile, la conceptualización de una cadena logística es más compleja de lo que normalmente se conoce y su valor radica en la integración de distintos actores, no de uno solo. "Esa es una ficción que comercialmente parece ser muy atractiva, pero que desde el punto de vista conceptual no es buena. En Chile, existe una normativa que no fue inventada por los agentes de aduana, sino por el Estado en 1979, que determinó que empresas privadas debían ejercer el rol de prefiscalización, ejercer como archivero público, guardar la información de las transacciones por cinco años y valorar las mercancías de acuerdo a los distintos tratados de libre comercio y acuerdos de complementación económica vigentes. Y no obstante el crecimiento del intercambio comercial de Chile con el mundo, que se incrementó de US$9 mil millones en 1979 a US$110 mil millones durante el 2007, el Servicio Nacional de Aduanas sigue operando con cerca de 1.300 funcionarios, desde hace casi 30 años", explica. En efecto los embarcadores con experiencia internacional ratifican que la Aduana chilena es considerada una de las más eficientes a nivel latinoamericano. Sin embargo, la inquietud de los freight forwarders es por qué el operador logístico no puede ejercer también las labores de un agente de aduana, lo que según Diego Estrin deja a Chile fuera de una tendencia global. Como indica Jorge Mac Ginty, Director de la Cámara Aduanera de Chile, para que la cadena logística no se rompa es necesario velar por la integración en la medida de lo posible. "Debemos acercarnos y proyectar un trabajo conjunto de aquí en adelante, entre freight forwarders y agentes de aduana", afirma. Servicios ilimitados Las necesidades del cliente definen los servicios que el mercado entrega. Por eso, la oferta de servicios es prácticamente ilimitada. Según Hernando González, hoy, cualquier integrante de la cadena logística no tiene límite respecto de hasta dónde llegar con los servicios que entrega. "Lo importante es tener la capacidad de determinar las necesidades de los clientes y satisfacerlas. Incluso, algunos freight forwarders participan en el diseño de productos por el conocimiento que tienen de los distintos mercados, lo que significa que ser operador logístico es ser parte activa de la cadena de valor y, desde ese punto de vista, no existen límites para los servicios", argumenta. Un ejemplo gráfico en este sentido son los servicios que los retailers piden a los distintos freight forwarders, que van más allá del transporte y que antes constituía una de sus funciones originales. "El retail busca al operador logístico para que le entregue información de sus órdenes durante su cadena y el transporte lo hace directamente con una compañía naviera. Hoy como empresa hacemos todo, menos el transporte físico de la carga", señala Diego Estrin. Este fenómeno, a juicio de Jorge Anacona, va de la mano con los avances tecnológicos. Porque hasta hace 15 años los freight forwarders no involucraban los servicios de controles de flujos documentales, lo que con el avance de la tecnología se hizo posible convirtiéndose en un elemento clave dentro del servicio. "A futuro, probablemente, estaremos también involucrados en el control de la operación en origen del negocio del retail, es decir, en la producción". Efectivamente, de acuerdo a la opinión de Esteban Kohan, Jefe Equipo de Ventas América de Geodis Wilson, "más allá del transporte, nos encargamos de la operación logística, con información y con elementos como trazabilidad y visibilidad". La tendencia, según Gabriel Gómez, Sales Export Executive Chile de Geodis Wilson, es a especializarse en distintos mercados, con el objetivo de entregar un servicio ajustado a las necesidades operativas de los clientes. Para Carlos Hopfenblatt, Comercial Manager de Delfin Group, actualmente, servicios como consolidación, desconsolidación y almacenaje son algunos de los más relevantes dentro del portafolio de los freight forwarders. Es justamente en el origen lo que los retailers valoran más. Como explica Jacqueline Trigo, "la gran gama de productos y proveedores que los grandes y pequeños clientes retail manejan hace que requieran un servicio de calidad en temas como recolección de la carga, packaging, embalaje, etiquetado y fiscalización del llenado del contenedor; todo a través de sistemas especializados, que dependiendo de sus potencialidades posibilitan el seguimiento de los productos a través de Internet con gran precisión". |