Hoy, la industria presenta señales que nos alertan respecto de las condiciones estructurales que presenta esta industria y que no favorecen su desarrollo futuro, por lo que es indispensable abordarlas en el corto plazo. Estas son: Mercado excesivamente atomizado (muchas empresas -principalmente familiares- que no poseen más de dos camiones cada una). Rentabilidades muy ajustadas. Muy baja incorporación de tecnologías e innovación en los procesos de negocio. Baja capacitación y especialización técnica en las diferentes competencias laborales que requieren los sistemas de transporte modernos (operaciones, mantenimiento, conductores, etc.). A mi juicio, la respuesta para disminuir, primero, y luego revertir estas brechas, sería la siguiente:
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