lo anterior implica hacer una revisión sobre qué tan listos estamos para competir, no sólo a nivel empresa, sino también a nivel país. Es decir, una revisión de lo general a lo particular. Debemos partir entendiendo que somos un país abierto al mundo, donde vendemos principalmente commodities e importamos productos manufacturados. Si entendemos que, primero, debemos ser competitivos como país y que esto implica facilitar nuestras exportaciones e importaciones, ya hemos avanzado. ¿Pero qué debemos hacer para facilitar nuestro comercio exterior? Un primer paso, que ya ha sido dado, tiene que ver con los tratados de libre comercio, materia en la que hemos sido muy dinámicos. Segundo paso: facilitar la logística de exportaciones e importaciones. Es aquí donde estamos en deuda. Grafiquemos esta situación. Entre Chile y Argentina el transporte de carga se realiza principalmente por tierra, involucrando un tránsito aproximado de 865 camiones diariamente y el transporte de unas 4,3 millones de toneladas de carga al año, donde cerca del 90% de bienes entre ambos países cruza por el Paso Los Libertadores, que se encuentra 45 días del año promedio cerrado. ¿Cuántas alternativas a costo comparable tenemos? Muy pocas. ¿Qué proyectos factibles hay en carpeta para mejorar el paso o abrir nuevas alternativas? Otro ejemplo se da en los países desarrollados, donde el comercio internacional es relevante y se dan todas las facilidades al desarrollo de la actividad de las empresas de transporte expreso, más conocidas como courier internacional. En Chile, estas empresas deben operar en las que deben ser las instalaciones más pobres y estrechas del Aeropuerto de Santiago. Por años, estas empresas han reclamado a la autoridad y al concesionario para encontrar una solución, la que parece haber llegado recién después de ir a los tribunales de justicia. Para finalizar, doy un ejemplo que afecta el comercio internacional y también el transporte y distribución de bienes en el país. En Chile, tenemos -desde antes que existieran las carreteras interurbanas- una ley que restringe el largo máximo de los camiones de carga. ¿Por qué no pensar en extenderlo a 22 metros en las carreteras de doble vía? Esto significa aproximadamente un 20% más de capacidad por camión y, por lo tanto, igual porcentaje de aumento en la eficiencia. Es difícil que podamos ser competitivos a nivel mundial si nuestra logística no lo es. Para eso se requiere de regulación que la fomente y apoye en el desarrollo, y de infraestructura que la facilite y le permita ser eficiente. |