Durante el año 2007, el mercado del transporte expreso doméstico en América del Sur estuvo valorado en 2.200 millones de euros, demostrando una tasa de crecimiento de dos dígitos con un aumento continuado durante el 2009. Tan sólo en Chile se espera que el mercado de transporte expreso crezca un 21% durante los próximos cinco años. A nivel mundial se ha desarrollado una tendencia hacia la creación de infraestructura de transporte que permita la integración territorial entre países vecinos con el objetivo de generar un mayor flujo de carga y disminuir los precios de los envíos. Situación que, avalada por la diversificación de producción en la zona y la estabilidad de los países involucrados en el Cono Sur, ha generado una mayor atención en los posibles beneficios de la zona. Los mercados automotriz, farmacéutico, y de equipamiento y maquinarias, representan la mayor parte de los flujos intra-regionales, los cuales se generan principalmente como intercambios bilaterales entre el corredor Chile, Brasil y Argentina. Lo anterior permite una mayor atención frente a estos países, que ofrecen un bajo riesgo en cuanto a su entorno empresarial, a cambio de una fuerte producción industrial, grandes exportaciones y ventas al por mayor. Frente a este panorama, es que el mercado de la logística y el transporte debiera estar capacitado para integrar a Latinoamérica de forma terrestre, mejorando la entrega directa con operación puerta a puerta, facilitando la recepción de los productos, compitiendo directamente con el sistema de transporte de carga aéreo, el que muchas veces es utilizado por la poca fluidez en la conexiones por carretera. El gasto anual en transporte terrestre es muy superior al gasto anual en envíos aéreos. Considerando que el mercado potencial en carretera de Chile, Brasil y Argentina supera los 2.000 millones de euros, se consolida la creación de un espacio que ayude a facilitar el tráfico entre los mercados continuos, abaratando costos, y aumentando la circulación del comercio en la zona. |