La tecnología para hacer esto ya existe. Tenemos GPS, RFID, Internet, software para aplicaciones móviles, LEDs y data warehousing, entre otras cosas. Y la tecnología tiende a ser cada vez más barata y accesible. De acuer-do a la Ley de Moore, la capacidad de los chips se duplica cada dos años. Aunque Gordon Moore, cofundador de Intel, formuló su famosa predicción en 1965, el tiempo le ha dado la razón y su "ley" continúa vigente. En los laboratorios de alta tecnología hoy se trabaja con realidad aumentada, con superficies inteligentes, con conectividad total y con soluciones que hacen lo que algún día soñó la magia. En Youtube se pueden apreciar asombrosos videos con las nuevas tecnologías. Y Youtube, per se, es una muestra de esta nueva era de la información. La Logística y la nueva Era de la Información La tecnología es un habilitador de cambios, indispensable para la Logística del nuevo siglo. Si la Ley de Moore se aplica a la tecnología RFID, entonces la capacidad de los chips continuará aumentando y sus precios serán progresivamente más bajos, lo que permitirá que cada producto tenga uno de estos dispositivos. En otras palabras, llegará un momento en que los productos de un centro de distribución se cuenten solos. Cuando un proveedor llegue con su camión al Centro de Distribución, pasará por un pórtico y el sistema sabrá inmediatamente el contenido de la carga y lo comparará con la orden de compra. Un uso inteligente de esta tecnología debiera eliminar los vergonzosos tiempos de espera de los transportistas, característico del Siglo XX, a la espera de recibir la autorización de ingreso para entregar su carga. RFID en los envases permitirá rastrear los productos desde la cuna a la tumba, facilitando las labores de Logística Inversa. El uso de GPS y otras tecnologías móviles debiera permitir la optimización de rutas de transporte, la reducción de los tiempos muertos y el uso eficiente de los vehículos. Cuando los chips RFID se incorporen en los motores desde la etapa de fabricación, se podrá tener información en línea para el mantenimiento de los motores y otros componentes de los vehículos de transporte. La conectividad total permitirá tener información en línea sobre el consumo y la demanda. Esta información debiera fluir por la cadena hasta el fabricante, para personalizar los productos y servicios a la medida de las preferencias de los clientes. La información en tiempo real en la cadena de suministro debiera permitir una eficaz planificación de la capacidad de almacenamiento y distribución, ganando en capacidad de respuesta. La Logística de Entrada se beneficiará con información en tiempo real de la demanda para seleccionar las fuentes de abastecimiento. La información histórica, más las proyecciones, así como los datos cuantitativos más los cualitativos, alimentarán sistemas expertos, heurísticas de última generación, capaces de apoyar la toma de decisiones del "qué reponer", "cuánto reponer" y "cuándo reponer". Los Centros de Distribución terminarán siendo fábricas, con menos personal pero mejor calificado, manejando tecnología, logrando altísimos niveles de eficiencia y velocidad. Pero recién estamos a 10 años del nuevo siglo. En 1910 nadie pudo adivinar lo que venía. Si alguien hubiera hecho previsiones para el futuro habría imaginado carruajes más rápidos, telégrafos en cada pueblo, gigantescos barcos a vapor y larguísimos trenes. Nadie imaginó los aviones comerciales, los transbordadores espaciales, los computadores ni la Internet. Por eso, debiéramos volver a revisar las predicciones de este artículo en el año 2099. Están todos invitados. |