Los afectados directos por la suspensión de tráfico aéreo en Europa parecieran ser sólo los pasajeros de vuelos internacionales, sin embargo, la carga aérea general y la industria del transporte expreso en particular, reciben en forma directa e inmediata los efectos y consecuencias de esta situación. Sus efectos, se empiezan a sentir de inmediato en la economía mundial: fabricantes de automóviles han debido detener sus procesos productivos a falta de componentes específicos para sus modelos en construcción, o las empresas tecnológicas, que temen un inminente quiebre de inventario en sus dispositivos más populares. Y qué decir de las tiendas de duty-free y los productos perecibles como frutas, semillas, verduras y flores, quienes sienten los efectos de forma inmediata. El crecimiento substancial de los centros urbanos en todo el mundo, unido al fenómeno de la globalización, han cambiado radicalmente el volumen y las tendencias del transporte aéreo en el último cuarto de siglo. A nivel mundial, la industria del Transporte Expreso es un sector de rápido crecimiento en la economía global. Actualmente, representa alrededor de 2,75 millones de puestos de trabajo y ha realizado una contribución directa al PBI mundial de US$80 millones en el año 2008.* Sin duda, los problemas que se generan como consecuencia de las dificultades producidas por la escasez de transporte aéreo, afectan a la economía mundial, ya que estos servicios son fundamentales para la competitividad de las empresas en todo el mundo, permitiendo dar respuestas rápidas a las demandas de los clientes, ya sea de productos nuevos, repuestos, contratos, etc. Hoy, resultan esenciales para ganar y mantener negocios en una economía global cada vez más competitiva, aún en épocas de contracción del crecimiento mundial. Estos servicios permiten a las empresas organizar sus sistemas de producción de manera eficiente y reduciendo períodos de inactividad e interrupciones de la producción al contar con materiales y repuestos en menores tiempos, reduciendo costos de mantención de inventarios, mediante un expedito manejo de devoluciones y quejas, facilitando procesos de descentralización y con ello, del desarrollo regional, y ayudando también a las Pymes a atender mercados globales. Por su parte, los pronósticos de Oxford Economics sugieren que la economía global será cada vez más dependiente del comercio en la próxima década, pronosticándose que el comercio mundial de productos aumentará más del 60% entre 2008 y 2018, duplicando el incremento del PIB global. En el mismo sentido, las previsiones aeroespaciales de largo plazo de la estadounidense Federal Aviation Administration, para los años fiscales 2015, 2020 y 2025, esperan que las toneladas/millas de carga de vuelos internacionales aumenten en más de cuatro veces y media, pasando de 13.600 millones en 1999 a 62.600 millones en el 2025. |