Por Cesar Peña, Jefe Bodegas y Despachos de Bash, y Desarrollador de Contenidos de la Escuela de Negocios de E-Class.
El mundo actual enfrenta desafíos ambientales urgentes, y la industria logística no es una excepción. La creciente demanda de bienes y servicios, junto con el uso intensivo de recursos y la generación de emisiones contaminantes, han puesto en jaque la sostenibilidad del sector. Es por ello que la Logística Sostenible emerge como una necesidad imperiosa, buscando un equilibrio entre la eficiencia económica y el cuidado del medio ambiente.
Pero qué se entiende por Logística Sostenible, este concepto se define como la gestión de la cadena de suministro de manera eficiente y responsable, minimizando el impacto ambiental y social de sus operaciones. La Logística Sostenible se basa en tres pilares:
Reducción: Disminuir el consumo de recursos, la generación de residuos y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Reutilización: Encontrar nuevas utilidades para materiales y productos, extendiendo su vida útil y evitando su descarte prematuro.
Reciclaje: Transformar residuos en nuevos productos, cerrando el ciclo de vida de los materiales y minimizando la extracción de recursos vírgenes.
¿A qué apunta la Logística Sostenible?
La logística sostenible busca alcanzar un triple objetivo: Ambiental, minimizar la huella de carbono, proteger la biodiversidad y reducir la contaminación; Social, promover condiciones laborales justas y dignas, respetando los derechos humanos y las comunidades locales; y Económico, optimizar la eficiencia de la cadena de suministro, reduciendo costos y generando valor a largo plazo.
Principales retos
Prevención: Anticipar y evitar impactos negativos desde las primeras etapas de la cadena de suministro.
Responsabilidad: Asumir la responsabilidad por las acciones y su impacto ambiental y social.
Cooperación: Fomentar la colaboración entre actores públicos, privados y sociales para alcanzar objetivos comunes.
Transparencia: Informar de manera clara y precisa sobre las prácticas sostenibles implementadas.
Mejora continua: Buscar constantemente nuevas formas y acciones de optimizar la eficiencia y reducir el impacto ambiental.
Tendencias y aportes a la Logística Sostenible en Chile
Chile ha dado pasos importantes en la adopción de la logística sostenible, impulsado por:
Mayor conciencia ambiental: Las empresas y consumidores reconocen la importancia de la sostenibilidad y demandan prácticas más amigables con el medio ambiente.
Regulaciones: El gobierno ha implementado normas y leyes que incentivan la adopción de prácticas sostenibles, como la Ley de Reciclaje y la Estrategia Nacional de Electromovilidad.
Innovación tecnológica: Se están desarrollando herramientas tecnológicas que optimizan las rutas, reducen el consumo de combustible y la generación de residuos, como sistemas de gestión de transporte (TMS) y plataformas de inteligencia artificial.
Ejemplos de buenas prácticas: Empresas chilenas están implementando iniciativas innovadoras, como el uso de vehículos eléctricos, la optimización de embalajes y la gestión eficiente de residuos.
Normas y leyes que regulan la sustentabilidad, las tasas de CO2 y desechos
En Chile, existen diversas normas y leyes que regulan la sustentabilidad en la logística, entre las que destacan: la Ley 20.920 (Ley de Reciclaje), que establece metas de reciclaje para diversos materiales y regula la gestión de residuos; la Estrategia Nacional de Electromovilidad, que busca impulsar la adopción de vehículos eléctricos en el transporte terrestre; la Norma Chilena NCh3207, que establece los requisitos de gestión ambiental para las empresas; y el Decreto Supremo 14/2019, que regula la emisión de contaminantes por vehículos motorizados.
Tecnologías para la eficiencia y el cuidado ambiental
Las herramientas tecnológicas juegan un papel fundamental en la Logística Sostenible, entre las principales, destacan los Sistemas de Gestión de Transporte (TMS), que optimizan las rutas de entrega, reduciendo el consumo de combustible y las emisiones de CO2.
Plataformas de inteligencia artificial: Analizan datos para identificar oportunidades de mejora en la eficiencia y la sostenibilidad de la cadena de suministro.
Sensores y dispositivos IoT: Monitorean el estado de los productos y las condiciones ambientales durante el transporte, evitando pérdidas y optimizando la eficiencia.
Blockchain: Permite la trazabilidad de los productos a lo largo de la cadena de suministro, asegurando la transparencia y el origen responsable de los materiales.
¿Qué están haciendo las empresas líderes para aportar al desarrollo sostenible?
Las empresas en Chile están asumiendo un rol protagónico en la implementación de prácticas de logística sostenible, reconociendo la importancia de minimizar su impacto ambiental y social en la cadena de suministro. A continuación, algunos ejemplos de iniciativas:
1. CMPC Soforest: Esta empresa foresta implementó una solución tecnológica para optimizar la cadena de suministro y reducir emisiones de CO2. La solución, basada en inteligencia artificial y Big Data, le permite planificar rutas de transporte más eficientes, reducir el consumo de combustible y optimizar la gestión de inventarios.
2. Walmart Chile: Esta cadena de supermercados anunció ambiciosos compromisos de sustentabilidad en su cadena de suministro. Entre estos destacan la reducción de emisiones de CO2 en un 40% para el año 2030, el uso de energía 100% renovable en sus operaciones y la eliminación de plásticos de un solo uso en sus envases
3. CCU/ Planta de Reciclaje “CirCCUlar”: Con el objetivo de dar una segunda vida a las botellas plásticas y reafirmar el compromiso con el crecimiento sostenible del país, CCU puso en marcha “CirCCUlar”, la primera planta en Chile de producción de botellas plásticas recicladas. La planta permitirá reemplazar el plástico virgen, por uno que ya ha sido utilizado anteriormente, disminuyendo así la cantidad total de este tipo de desechos en el mercado. La nueva operación contempla una inversión aproximada de US$40 millones y aspira a tener una producción de 18 mil toneladas por año de botellas plásticas recicladas, dándoles una nueva vida a 870 millones de estas.
Como podemos notar, las empresas líderes en el país están tomando medidas concretas para optimizar sus operaciones logísticas, reducir su huella de carbono y contribuir a la economía circular. Sin embargo, este esfuerzo no puede ser exclusivo del sector privado. El Estado tiene un rol fundamental en la creación de políticas públicas que incentiven la adopción de prácticas sostenibles, la inversión en investigación y desarrollo y la educación ambiental en el sector logístico.
La sociedad civil también juega un papel crucial en la promoción de la logística sostenible. Los consumidores pueden tomar decisiones de compra responsables, exigiendo productos con menor impacto ambiental y apoyando a las empresas que adoptan prácticas sostenibles. Las organizaciones ambientales pueden monitorear el progreso y exigir transparencia a las empresas y al gobierno. La logística sostenible es un camino hacia un futuro más verde y próspero para Chile. La colaboración entre todos los actores involucrados es fundamental para lograr un cambio positivo y construir un futuro sostenible para la logística chilena.