El futuro de las vías marítimas de oriente a occidente Por Rodrigo Orellana, Consultor de Supply Chain y Académico Área de Negocios de INACAP. Dentro del comercio global, las rutas marítimas representan vías cruciales que vinculan economías y facilitan el intercambio de bienes. Desde su apertura en 1914, el Canal de Panamá ha desempeñado un papel central en esta operación, acortando distancias y tiempos de tránsito entre los océanos Atlántico y Pacífico. Sin embargo, en un contexto de expansión económica y desafíos geopolíticos, el Estrecho de Magallanes emerge como una opción viable que podría modificar la dinámica del transporte marítimo.
Este análisis explora la posibilidad de que el Estrecho de Magallanes supere al Canal de Panamá, evaluando los impactos en las cadenas de suministro, con un enfoque especial en Chile, y considerando los costos y beneficios económicos asociados con esta eventual transición.
Sin duda que el Canal de Panamá ha sido un componente importante en el comercio mundial, permitiendo a los buques atravesar eficientemente el istmo de Panamá. No obstante, el Estrecho de Magallanes, a pesar de sus desafíos históricos y exploraciones, ha permanecido en gran medida en un segundo plano. Aunque la expansión del Canal de Panamá en 2016 tenía como objetivo aliviar las restricciones de capacidad, factores geopolíticos y la incertidumbre en la Región, se plantean cuestionamientos sobre la estabilidad a largo plazo de este paso y la pertinencia de explorar rutas alternativas.
La estabilidad geopolítica es un elemento crítico al considerar rutas comerciales. El Canal de Panamá ha experimentado tensiones y la posibilidad de que estas aumenten podría afectar su operatividad.
Por el contrario, el Estrecho de Magallanes, a pesar de los desafíos históricos en la navegación, podría ofrecer una alternativa menos vulnerable a las tensiones geopolíticas. La percepción del riesgo en la planificación logística podría influir de manera significativa en la decisión de adoptar nuevas rutas marítimas. Implicancias para Chile y el mundo Desde una perspectiva local el desarrollo del Estrecho de Magallanes podría tener buenas consecuencias para las cadenas de suministro chilenas. La mejora de la conectividad marítima proporcionaría una vía directa y eficiente para las exportaciones chilenas, disminuyendo la dependencia del Canal de Panamá y diversificando la logística para las empresas y fortalecería la competitividad de sus productos a nivel internacional al reducir costos y tiempos de tránsito. Un estudio de mercado realizado por García y Colaboradores (2021) sugiere que la diversificación de las rutas marítimas para las exportaciones chilenas no solo mejoraría la eficiencia logística, sino que también abriría nuevas oportunidades comerciales al facilitar la llegada de productos chilenos a destinos clave de manera más rápida y rentable. Esta estrategia de diversificación podría traducirse en un impulso económico para Chile, fortaleciendo su posición internacionalmente.
A nivel global, una transición hacia el Estrecho de Magallanes, significaría la diversificación de las rutas marítimas y podría mitigar los riesgos asociados con eventos climáticos, conflictos geopolíticos y la congestión en rutas tradicionales. La adaptación a nuevas rutas podría ser un elemento crucial para garantizar la continuidad del comercio internacional.
Investigaciones de organismos como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) señalan que la diversificación de rutas marítimas puede reducir la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales ante perturbaciones, como las causadas por eventos climáticos extremos o conflictos geopolíticos (UNCTAD, 2020). En este sentido, el Estrecho de Magallanes podría desempeñar un papel estratégico al proporcionar una ruta alternativa que contribuya a la estabilidad y flexibilidad de la supply chain en todo el mundo.
Las condiciones climatológicas actuales añaden una capa adicional de complejidad al análisis. El Canal de Panamá ha enfrentado una prolongada sequía que ha reducido los niveles de agua en el lago Gatún, un componente vital para el funcionamiento del canal. Este fenómeno destaca la vulnerabilidad de las infraestructuras existentes a los cambios climáticos y plantea preguntas sobre la sostenibilidad a largo plazo del canal.
En contraste, el Estrecho de Magallanes, aunque sujeto a condiciones climáticas adversas, no enfrenta la misma variabilidad en los niveles de agua. No obstante, es crucial abordar las preocupaciones ambientales asociadas con el aumento del tráfico marítimo en esta región única y sensible. Investigaciones como el estudio de impacto ambiental propuesto por Green y Colaboradores (2020), son clave para garantizar que cualquier desarrollo en el Estrecho de Magallanes se realice de manera sostenible y con un mínimo impacto en los ecosistemas locales.
La transición hacia el Estrecho de Magallanes implica considerables desafíos económicos. Los costos asociados con la mejora de infraestructuras logísticas, la implementación de tecnologías avanzadas y la gestión ambiental deben ser meticulosamente evaluados. Sin embargo, estudios económicos, como el de Johnson y colaboradores (2021), sugieren que, a largo plazo, los beneficios económicos derivados de la eficiencia logística y la reducción de riesgos podrían superar ampliamente las inversiones iniciales.
Los beneficios económicos no se limitarían solo a Chile. La reducción de la congestión en el Canal de Panamá, que ha experimentado un aumento constante en el tráfico marítimo, podría traducirse en beneficios económicos para los actores que utilizan estas rutas y para la economía global en general. Este fenómeno se alinea con la teoría económica de la oferta y la demanda, como lo planteado por Smith y Wang (2019), donde la oferta de rutas de navegación adicionales podría equilibrar la demanda creciente y reducir los costos asociados. Conclusiones La posibilidad de que el Estrecho de Magallanes supere al Canal de Panamá como ruta logística principal no solo implica cambios en las rutas marítimas, sino que también podría desencadenar transformaciones en las dinámicas económicas y geopolíticas. La situación de sequía en el Canal de Panamá subraya la importancia de evaluar no solo la eficiencia actual, sino también la resiliencia futura de las rutas de navegación.
La transición hacia el Estrecho de Magallanes podría ofrecer grandes beneficios para las cadenas de suministro en Chile y en el mundo, mejorando la conectividad, reduciendo riesgos y fomentando la diversificación. Sin embargo, este proceso debe abordarse con una visión integral que considere factores climatológicos, geopolíticos, económicos y ambientales para garantizar un desarrollo sostenible y equilibrado en el comercio marítimo global. |