GRÚAS HORQUILLA Las tendencias y retos de un mercado que avanza en electromovilidad La electromovilidad es una tendencia en alza en Chile. Según el Ministerio de Energía, el país tiene como objetivo alcanzar los 350.000 vehículos eléctricos en circulación para 2025. Además, el Gobierno ha implementado una serie de medidas para fomentar la adopción de vehículos eléctricos.
En el mercado de la logística y almacenamiento, especialmente en el área de grúas horquilla, también se va avanzando en esta tendencia. “Claramente esta tendencia empieza a ser cada vez más relevante. Y la verdad es que ofrece muchas mejoras: uso de espacio, consumo energético, etc. Entonces, hoy todos estamos empujando en esta dirección, pues más allá de la competencia natural, tiene un beneficio social y para el medioambiente”, expresa Sebastián Balmaceda, Gerente Comercial para Chile de Royal América.
Reynaldo Ramis, Director Rental Maquinarias & Material Handling en DercoMaq, coincide en que los beneficios son varios, como menores emisiones y ruidos, y según relata incluso hay clientes que cambian a combustión, solo porque los vecinos a su tienda han reclamado, y les han cerrado esta por unos días por la contaminación acústica. Sin embargo, agrega, “también hemos aprendido con los clientes al estar desarrollando proyectos que la capacidad eléctrica o el empalme a veces no da”. Sebastián Balmaceda, ROYAL AMÉRICA. Reynaldo Ramis, DERCOMAQ. Guillermo Arancibia, JUNGHEINRICH. Antonio Méndez, ESE MAQUINARIAS. Ingrid Inostroza, TATTERSALL MAQUINARIAS. Jaime Fröhlich, FULLEN INTERNATIONAL. No obstante, esta tendencia a la electromovilidad, para Guillermo Arancibia, Sales Manager de Jungheinrich, “se ve una involución en el tema eléctrico: de los equipos que ingresan o se venden dentro del país, el 46% era a combustión, hoy estamos en un 56%, o sea, desde la pandemia ha venido creciendo. Es cierto, existe interés, pero también un estancamiento en la comercialización de los eléctricos. Y, si bien la involución es menor, es preocupante cuando tenemos un discurso generalizado de sustentabilidad. Debemos ir generando cultura del tema en el mercado”.
Sobre esta situación, a juicio del ejecutivo de Royal América, es interesante el fenómeno que se dio post pandemia. “No sé si es una involución por un tema tendencial o más bien coyuntural de la oferta mundial”, detalla. Según explica, una grúa estándar se demoraba cuatro meses en llegar, y tras la pandemia, un año o un año y medio, por una serie de factores, como los atrasos en la cadena de distribución y la escasez de los chips (una máquina eléctrica tiene más chips que una a combustión). En tanto, se observa cómo en la máquina a combustión, la producción aumentó post pandemia v/s la tendencia que venía, que era un poco hacia la baja. “Creo que fue algo más de shock de oferta, un tema de demanda, y debiera volver a normalizarse de aquí en adelante”, expresa.
Para Soledad Lama, Gerente General de Comaco, la clave para seguir avanzando está en la colaboración. “Como empresa B (certificación de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad), me gustaría invitarlos a colaborar. Si nos unimos y colaboramos sin miedo, compartiendo información útil para entender cómo estamos en el mercado, si los más grandes ayudan a los más chicos, le hacemos bien al país. Si Chile logra incorporar más equipos eléctricos todos avanzamos. Vamos a destacar en electromovilidad a nivel de Latinoamérica, muy pronto y muy rápido, y lo podríamos hacer tanto mejor si colaboramos”, afirma. Otros elementos de la electromovilidad Una arista importante respecto a este tema, a juicio de Antonio Méndez, Gerente de Negocios de ESE Maquinarias para Chile, Perú y Colombia, es el financiamiento. “Esto, porque cuando quieres financiar una operación de un cliente y vas con la orden de compra al banco, si bien en el discurso hay millones de dólares disponibles para todos los proyectos de electromovilidad, que se supone que van con tasas más blandas y ciertas facilidades, en nuestra experiencia nuestras máquinas no califican como vehículos de electromovilidad, no las ven como un activo dentro de este concepto. Todo el mundo entiende electromovilidad como los vehículos, autos, buses, etc.”. Agrega que es necesario hacerse visibles en este segmento, porque afecta a la hora de financiar la operación.
Para Ingrid Inostroza, Gerente de Área de Ventas de Tattersall Maquinarias, pese al avance, falta mucho conocimiento de la gente técnica en relación a la asesoría al cliente. “Porque un cliente puede querer un equipo eléctrico, pero cuando le presentas la oferta, primero, el precio es muy distinto, después quizás debe cambiar su capacidad eléctrica o le dices que la grúa eléctrica no puede trabajar en minería, por la tierra y distintas razones. Hay muchas cosas que los clientes creen más sencillo de lo que es y debemos ser responsables también en ofrecer el producto que corresponda”, detalla la ejecutiva.
Las empresas presentes en esta mesa coinciden, además, en que el mercado chino ha venido a abrir más esta oportunidad para los clientes de adquirir grúas horquilla eléctricas a menor precio, teniendo los proveedores la opción de ofrecer dos tipos de productos: el de Europa, EE.UU. o Japón y el producto chino. Se ha ido derribando el paradigma de la baja calidad de los productos chinos, aunque también, concuerdan, optar por estos depende del segmento. Por ejemplo, en clientes con una operación muy intensa, la percepción, en muchos de esos casos, es que en general la grúa china (si bien hay distintas categorías o calidades) todavía es un equipo que no aguanta esa intensidad.
Según explica Jaime Fröhlich, Gerente General de Fullen International, “el mercado global de eléctricos es chino: de autos, grúa horquilla y camiones. Los chinos han copado la cadena productiva de las baterías, lo que significa que, en 20 años, el 80% o 90% de los autos será chino y eléctrico”. De esta forma, los equipos chinos hoy van concentrando mayor volumen de ventas. Y hay marcas que se han movido a China a fabricar, porque los costos, definitivamente, son mucho menores. Tendencias: Litio, automatización y más Ya desde los 90’, explica la ejecutiva de Tattersall Maquinarias, llegaban equipos eléctricos a Chile. “Entonces, dentro de la industria de maquinarias (vehículos) vamos mucho más adelante que la de camiones o autos. El mercado ha ido evolucionando mucho y falta avanzar en las nuevas tecnologías con electricidad, por ejemplo, baterías de litio, baterías AGM (Absorbed Glass Material), automatización y también hidrógeno. Estas tecnologías son las que hoy las grúas horquilla deben empujar”.
De acuerdo a Sebastián Balmaceda, “el gran desafío en adelante es la automatización que viene muy fuerte, y hoy en día también está en boga la Inteligencia Artificial. A su juicio, el desafío radica en cómo se hace masiva y se lleva a que ofrezca un costo beneficio más rentable en el corto plazo, ya que, en un mercado como el nuestro, donde la mano de obra todavía no es tan cara comparada con lugares como EE.UU. o Europa, esa mayor inversión aún es un poco lejana para muchos clientes, independientemente de que sean empresas internacionales”.
“Hoy las empresas tienden a automatizar parte del tema, pero con mucha cautela para poder ir generando la confianza en los directorios a fin de ir soltando las inversiones que hay que hacer”, complementa el ejecutivo de Jungheinrich. A su juicio, la tendencia es también a buscar más tecnologías, como la del litio y gestión de hidrógeno, que es un poco más lejano a implementar. “Estamos en etapa de transición hacia el litio en baterías, mientras el mayor porcentaje sigue siendo de plomo ácido, la tendencia apunta en esa dirección”, indica y agrega que se deben analizar muy bien los ‘peaks season’, relacionados con la tasa de uso y la oportunidad de carga, lo que necesariamente lleva a aprender qué significan los flujos logísticos para poder comercializar esto.
Asimismo, gracias a las baterías de litio se puede trabajar con cargas de oportunidad como la de los teléfonos, explica Kevin Requena, Gerente General de Reddot Chile, agregando que se pueden puede cargar y descargar cuantas veces sea. “Hoy en día una grúa de litio moderna se está cargando en media hora o 45 minutos, en relación a una grúa de ácido bromo que puede tardar 4 o 5 horas”, ejemplifica.
Este tipo de baterías se ha convertido en una opción popular para las grúas horquilla eléctricas debido a su alta densidad de energía, larga vida útil y bajo mantenimiento.
Según Guillermo Arancibia, “hay mucha inquietud y curiosidad por parte de los clientes de lo que significa el tema del litio, pero cuando hablamos de las inversiones que hay que hacer en la infraestructura eléctrica, se frena un poco el tema. Por eso es necesario asesorarlos bien, porque una vez que se cambia a litio es un camino sin retorno”.
“Las baterías de litio en Chile son muy nuevas y tienen una vida muy prolongada. En Estados Unidos, que ya están a hace mucho tiempo, después de que pierden la vida útil para una grúa, como batería de tracción, siguen funcionando como una batería al 80% de su capacidad, y se ocupan mucho, tanto en parques eólicos como en parques solares, lo que es un proyecto de implementación a futuro que nosotros ya estamos abordando”, detalla el profesional de Reddot.
Agrega que, además, es necesario también evaluar bien que un cambio eléctrico no significa ‘per se’ un beneficio, porque es simplemente eliminar la contaminación del lugar, pero si la matriz energética es ‘sucia’, contaminará exactamente lo mismo.
Según los proveedores, la normativa sobre el destino de las baterías no exige más que hacerse responsable, ya que no implica una fiscalización. De a acuerdo al ejecutivo de Fullen, “todos los importadores y fabricantes que ingresan equipos a Chile, tienen que preocuparse por dónde van la batería y neumáticos al final”. Pero, en la práctica, cuando pasan años es imposible saber dónde está el cliente y hacer el seguimiento, por lo que no hay una gestión adecuada.
“También hay clientes, por ejemplo, en faenas mineras que te piden la disposición final de los neumáticos de forma rigurosa: destino final con nombre y apellido y con quién lo vas a hacer y si falla, tu plan B para poder disponibilizar ese neumático. En baterías, nuestra experiencia es que la exigencia es baja”, explica el ejecutivo de DercoMaq.
Sin embargo, los clientes están cada vez más interesados en la sostenibilidad, y solicitan información sobre prácticas sustentables en las licitaciones, asevera Ingrid Inostroza. “Esto ha llevado a un mayor énfasis en la responsabilidad ambiental y a la necesidad de proporcionar datos sobre la disposición de neumáticos y otros aspectos relacionados”, detalla. Arriendo v/s compra De acuerdo a Guillermo Arancibia, por el tema eléctrico, de costos y lo que significa la ley REP (Responsabilidad Extendida del Productos), la tendencia apunta al arriendo. Los clientes quieren usar las grúas, pero no hacerse responsable de todas esas aristas, recibiendo un servicio operativo que cubre las reparaciones o reemplazos cuando se produce una falla.
“Hoy la mayoría de las grúas eléctricas, alrededor del 70% al 80%, se arrienda ya que los clientes prefieren esta modalidad por ciertos temores: deben tener toda la información tecnológica y software para diagnosticar fallas; y personal técnico capacitado para mantener estos equipos”, explica la profesional de Tattersall Maquinarias. En contraste, agrega, en el caso de equipos de combustión, la compra todavía es una opción común, aunque se ha avanzado en este campo y ya la proporción es de un 50-50 entre compra y arriendo. Pronto entrará en vigencia una nueva ley que regula las emisiones, lo que llevará a una actualización de los motores de Tier 3 a Tier 4, alineando los estándares de emisiones con los de Europa y EE.UU.
En cuanto a la capacitación, añade, existe una necesidad de capacitar a los técnicos en electricidad y electrónica, ya que muchos de ellos son especializados en mecánica. Esto es esencial dado que algunos equipos eléctricos involucran alto voltaje y deben manejarse con precaución.
A juicio de Reynaldo Ramis, el porcentaje de arriendo v/s venta también depende mucho del tipo de cliente, porque en el mundo de “material handling” puede ser 80% arriendo y 20% compra%. “En el mundo eléctrico es similar, pero se segmenta por tipo de cliente, por ejemplo, operadores logísticos o flotistas, en una faena minera como contratistas, probablemente comprarán equipos de alto tonelaje y es raro que arrienden”, comenta. Respecto a las proyecciones del mercado de grúas horquilla, para el profesional de Jungheinrich es un mercado que ha tenido una baja pero que tiene un potencial de crecimiento por renovación de equipos y tecnología, de nuevas industrias que se podrían estar “maquinarizando”.
“Según nuestras estimaciones -agrega Jaime Fröhlich - vemos cómo está la evolución del país, e industrialmente en este rubro va mucho mejor que Perú y Argentina, observándose una escala mayor de grúas horquilla por habitante. Es un país que va adelante. Ahora, este crecimiento económico y sostenido en el tiempo tiene una variación propia de una economía de libre mercado.
Cuando el mercado se regula solo, es muy importante para el consumidor fi- nal, porque toma las decisiones y decide cuál es el mejor servicio, precio y postventa. Nosotros tenemos que capacitar a la gente con una cultura de calidad en las empresas. Eso es fundamental”.
Si bien, según coinciden, el primer semestre fue relativamente bueno, el segundo se ve plano. No obstante, las estimaciones apuntan a que siga recuperándose. El ejecutivo de Royal América señala que “nos llama la atención que muchos de los clientes que tienen flotas grandes y cuyas renovaciones de contratos tenían que ejecutarse este año, las han pospuesto para más adelante”.
Para Soledad Lama, “la estabilidad política es clave para que se puedan invertir más en Chile y menos fuera. El cambio en las normativas permanentes genera reglas poco claras para la inversión. Y eso no es bueno para nosotros. Necesitamos empresarios y proyectos grandes para el país que demanden centros de distribución y plantas productivas”.
Este mercado de grúas horquilla atraviesa todas las industrias: minería, celulosa, salmonera, etc. “Donde vayas hay una grúa, un apilador, etc., puede ser que la construcción baje, pero las grúas se mantienen, aunque quizás los peaks no son tan pronunciados. Hoy estamos en una baja, pero no al nivel de otros mercados. Ahora, si la inversión no se destina a plantas, es difícil que avance, seguiremos fabricando lo mismo para recambio, pero no se verá un crecimiento”, afirma. En ese sentido, es muy relevante un plan a largo plazo que trascienda gobiernos.
“Entra un gobierno, cambia la política y no hay una visión a futuro y una estrategia a largo plazo. Eso es un poco lo que falta. En virtud de que vaya creciendo el país, irá creciendo también el mercado de grúas horquilla”, enfatiza el ejecutivp de Fullen Chile.
“Si miras la tendencia de los últimos 10 años, esta es una industria que en general viene creciendo y evolucionando, si bien ahora está un perídodo un poco plano, hay consenso en que el próximo año se verán las primeras luces de mejoramiento. Pero yo hablaría, en general, de un mercado bastante sano”, concluye el ejecutivo de ESE Maquinarias. |