ELECTROMOVILIDAD Una gran oportunidad para las empresas chilenas Por Felipe Donoso, CEO de Enérgica City. Es un hecho que la electromovilidad representa una gran oportunidad para las empresas chilenas. Sin embargo, se está avanzando a un paso muy lento en su adopción. Algunas empresas están desarrollando proyectos aislados, pero estamos lejos de la necesaria masividad. Avanzar hoy es fundamental, sobre todo al considerar que el mercado de sistemas inteligentes de gestión de flotas llegaría a los 98 billones de dólares al año 2027, de acuerdo con un estudio reciente de Allied Market Research.
La electrificación es el proceso en el cual una organización define migrar su flota convencional a vehículos eléctricos. Hay cuatro beneficios claros de la electromovilidad para las empresas. En primer lugar, permite a las compañías entregar una imagen corporativa más responsable y amigable con el medio ambiente, pero también más tecnológica y a la vanguardia. Al utilizar como fuente energética la electricidad, es decir, no ocurre combustión fósil (gasolina, diésel, gas) y por tanto no se producen emisiones directas de CO2 mientras un vehículo eléctrico se mueve, contribuyendo así a combatir el cambio climático.
En segundo lugar, hay un importante ahorro en costo de mantenimiento, ya que los vehículos eléctricos tienen una tasa de falla mucho menor que sus contrapartes a combustión, además de poseer menos piezas móviles. Tercero, el ahorro en la operación. Este es un beneficio de vital importancia, especialmente al tomar en cuenta el aumento del precio de los combustibles. La diferencia es abismante, el auto, furgón, camión o bus eléctrico gastan mucho menos por kilómetro recorrido.
Finalmente, está la seguridad. Los vehículos eléctricos deben cumplir con todas las normas de seguridad de su contraparte a combustión, pero tienen otros “plus”. Entre ellos se encuentran el menor ruido, lo que permite escuchar mejor el entorno. Además, generalmente son automáticos y más simples de conducir; y, por último, al no tener tubo de escape pueden sobrellevar aún mejor algunas situaciones como conducir por un paso inundado por la lluvia o en altura.
A pesar de estos beneficios, la electromovilidad avanza a un paso lento en Chile. Creo que la principal causa de este fenómeno es que las empresas no conocen todos estos beneficios con certeza. Solo comienzan a identificarlos cuando realizan la adquisición de su primer vehículo, muchas veces en modalidad de piloto.
Es de gran relevancia aumentar el ritmo de adopción de la electromovilidad, sobre todo al considerar que el gobierno estableció que para el año 2035 el 100% de las ventas de vehículos livianos, medianos y de transporte público (buses, taxis y colectivos), y maquinaria de gran tamaño deberán ser cero emisiones. Esto, para acelerar los avances hacia vehículos más eficientes, no contaminantes y que permitan alcanzar la carbono neutralidad al 2050.
Para avanzar más rápido, es momento de que las organizaciones identifiquen estas importantes oportunidades. La electromovilidad no solo les permitirá operar de forma más eficiente, sino que, también ayudarán a impulsar el crecimiento sustentable de nuestro país. Un elemento clave en momentos de incertidumbre. |