Estamos en tiempos de cambio, de eso no hay dudas, y aun cuando es una frase más bien manida, no por ser usada deja de ser real. Quizás nos parezca normal este constante bombardeo de nuevas tecnologías, procesos, innovaciones, etc., pero no es así, o no lo era… De hecho, si me pongo a pensar en cómo era todo cuando era joven (aquí debo reconocer que ya he pasado largo las cinco décadas), hay una distancia increíble, mayor que la distancia tecnológica que sufrieron en su vida nuestros padres y mucho, pero mucho mayor a la que de nuestros abuelos. Todo se ha acelerado y eso hace que tengamos que ir adaptándonos de forma muy rápida.

Hoy en día estamos enfrentados a una serie de tecnologías que están cambiando de forma muy rápida nuestro entorno de trabajo y de vida. Es así que tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), que promete cambios en todos los ámbitos, desde los técnicos a los profesionales, haciendo aparecer también nuestros temores internos para los que crecimos a la luz de películas como Terminator o Matrix, a otras tan disruptivas como la prolongación de la existencia en el Metaverso.

Pero veamos que nos traen estas nuevas tecnologías en el mundo más aterrizado del ámbito logístico. En general, vemos que un cambio importante, desde la perspectiva del aseguramiento de las transacciones, es la utilización de tecnología Blockchain, al hacer más eficaz y seguro el traspaso de información entre los diferentes actores de una cadena de valor.

Otra tecnología que mejora las operaciones al interior de los centros de distribución es la Realidad Aumentada, la que permite entregar a los operadores mayor información en el punto de proceso, disminuyendo los errores y aumentando la velocidad de los pickeadores.

La impresión 3D es quizás una de las innovaciones que prometen un cambio muy importante, y, más que promesa, es una realidad que irá avanzando de forma rápida, esto por cuanto permite crear sobre demanda partes y piezas en el punto de consumo, sin necesidad de generar inventarios, lo que permitirá que si bien no todas, algunas piezas sean creadas al momento de requerirse.

La tecnología de impresión 3D impacta a todas las industrias, siendo una revolución desde la perspectiva de la fabricación.

Volviendo a la Inteligencia Artificial, creo que es quizás una de las tecnologías más disruptivas a la que nos enfrentamos, no solo desde la perspectiva logística, sino que en todos los ámbitos. En lo relacionado a la logística, permitirá, por ejemplo, generar modelos proactivos de predicción de demanda, anticipando los consumo, disminuyendo los niveles de almacenamiento e inventarios y, en general, haciendo más eficiente toda la cadena de valor. Junto a todo lo anterior y siendo ya una realidad, la integración de sistemas robotizados a la operación de los centros de distribución son un avance importante, más si estos van unidos a la IA, lo que es capaz de generar grandes cambios, ya no solo en la forma de operar el centro, sino que en su diseño, debido a que un sistema robótico no estará supeditado a considerar a las personas como parte de su operación, pudiendo transformarse en sistemas donde se use de forma más eficiente el espacio y los productos fluyan por su interior sin mayor intervención humana, salvo desde la perspectiva de la gestión. En general, estamos en una época de cambios, como dije anteriormente, cambios que traen nuevas oportunidades y desafíos, y que debemos evaluar en todos los niveles, sin olvidar a los que si bien deben convivir con estos, aún no tiene la capacidad de integrarlos a su operación. Es aquí, en este nuevo ecosistema donde debemos aprender a coexistir con los diferentes actores de las cadenas de valor, desde los que están en etapas de desarrollo hasta los altamente tecnologizados, aportando valor a cada uno de los eslabones.