Por Rodrigo San Martín M., Managing Director Argentina & Chile de Gori - A DHL Company, Profesor Escuela Ing. Civil Ind. Universidad Santo Tomás.
Estos primeros meses del año en Chile, estamos viendo con optimismo lo que 2021 depara, especialmente por el exitoso proceso de vacunación que se está llevando a cabo. Este ha ayudado a que las empresas y los consumidores tengan esperanzas en que tendremos un escenario positivo por delante. El Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, corrigió el alza de las expectativas de crecimiento del producto interno de un 4,5% a un 5,8%. A continuación, los seis factores a considerar este 2021 para la cadena de abastecimiento
Demanda
Se espera que la demanda a nivel global este año se mantenga fuerte. En Chile, esta situación se traduce en expectativas de crecimiento importantes en el consumo. Lo anterior se manifestaría en un incremento de las exportaciones e importaciones. Por el lado de la exportación, las últimas semanas hemos visto, por ejemplo, un aumento sostenido del precio del cobre, y en el mercado interno, muchas cadenas de abastecimiento se han quedado sin stock. Finalmente, en relación al movimiento de contenedores a nivel mundial, se espera que para este 2021, haya un crecimiento de un 6% a un 8%.
Impacto de las vacunas
Sin duda que la vacunación masiva de la población significa un tremendo desafío logístico, pero el mayor impacto no vendrá por la logística de este proceso, si no por la inmunidad de rebaño. Una vez que las poblaciones de los países vayan llegando a esta inmunidad, las medidas preventivas se irán relajando, provocando un efecto positivo en el consumo y en las economías.
Sin embargo, se debe considerar que las distorsiones se generarán porque la distribución de las vacunas no será igual en todos los países, lo que generará asimetrías. Estas desigualdades tendrán efecto sobre las cadenas de abastecimiento, provocando potencialmente desbalances como los que hemos visto en el último año.
Tarifas de largo plazo
En los últimos meses las tarifas marítimas y aéreas han subido fuertemente, debido a la falta de capacidad y exceso de demanda. En la industria de transporte se espera que las tarifas se mantengan altas y que las empresas marítimas regulen la capacidad para conservar esos niveles. Por lo tanto, es recomendable empezar a trabajar con contratos de más largo plazo para asegurar espacios y tarifas. Además de tener más cobertura de stock, debido a que la expectativa es que la capacidad se siga regulando con cancelaciones de itinerarios o blank sailings.
Rebalance de contenedores
La fabricación de contenedores está muy activa por parte de las navieras y se han gestionado viajes adicionales para reposicionar los contenedores vacíos en los puertos de mayor demanda. La mayoría de las navieras espera que la situación se normalice para el tercer trimestre de 2021. Antes de eso, los días libre en origen y destino estarán muy restringidos, por lo que las coordinaciones para reducirlos al máximo serán muy importantes para conseguir capacidad.
Congestión en puertos
Las navieras esperan que la congestión se mantenga en el mediano plazo, en especial en la costa Oeste de EE.UU. Por lo tanto, es probable que muchas de ellas mantengan su capacidad reducida o con recargos por congestión implementados a fines del año pasado.
Es de esperar que en la medida que el proceso de vacunación avance, los turnos se vayan normalizando y eso ayude a reducir la congestión portuaria.
Confiabilidad de itinerarios marítimos
Las navieras esperan alcanzar un 80% de confiabilidad durante el primer semestre de 2021. Actualmente llevamos varios meses en rangos del 50%. Esta situación genera extensiones de tiempos de tránsito y roleos de carga permanente. La duda que queda en la industria es que, si esta situación se mantendrá, debido a la regulación de capacidad para mantener tarifas altas. Mientras esto no se solucione, debemos sistematizar los tiempos de transito más largos en casi todas las rutas.
Si a los seis factores anteriores, le agregamos la inestabilidad política que hemos tenido los últimos 18 meses en Chile, la que se puede traducir en paros portuarios y bloqueos de carreteras, nos enfrentamos a un escenario complejo. Sin duda, este no es un año para estar buscando la reducción de costos. Al contrario, es un año para buscar diseños robustos y flexibles que permitan asegurar el abastecimiento.