ASOCIATIVIDAD EN EL TRANSPORTE DE CARGA La gran palanca para enfrentar el desafiante escenario económico y de pandemia Por Juan Araya Jofré, Presidente de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile. / presidentenacional@cndc.cl En las actuales circunstancias, marcadas por la pandemia y la incertidumbre que ha generado la extensión del virus a nivel global, sumado al impacto de las medidas sanitarias, son escasos los sectores productivos que no están afectados por la crisis económica. El transporte de carga, en cuanto a eslabón esencial de la cadena logística, se encuentra, en todo caso, en el lado más favorecido, por cuanto su rol permite mantener los procesos productivos y los abastecimientos de manera adecuada. Por tanto, es imprescindible y en ello radica su fortaleza.
Ante este panorama, el trabajo gremial asociativo o conjunto aparece como herramienta principal para participar con ventaja en el mercado de cargas. Sin embargo, dada la heterogeneidad de los operadores, así como los distintos elementos y capacidades con que se compite, es posible constatar una fuerte desigualdad entre transportistas pequeños y grandes flotas. Los primeros enfrentan serias restricciones para acceder a las cargas, que muchas veces son tercerizadas por empresas mayores o grandes operadores logísticos, con lo cual se crea una elevada subcontratación en el sector.
Pese a ello, las Pymes son quienes disponen de más unidades y equipos, porque son más en número, aunque están dispersas. Operadores de mayor tamaño, con más recursos y economías de escala, aunque tienen menos camiones, sí pueden acceder con más probabilidades a tomar cargas importantes. La estrategia Con un 95 % de empresas Pymes, si bien con menor capacidad de negociación ante los generadores de cargas, que terminan imponiendo tarifas, hay una herramienta poderosa y eficaz que sirve para "nivelar la cancha": La Asociatividad Gremial.
Con este propósito, la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile (CNDC), promueve este principio entre sus afiliados para aplicarlo de la siguiente forma. Es común que en cada ciudad, localidad o región exista un ente gremial que aglutina a los transportistas. En conjunto, al sumar vehículos, conductores y personal, estas asociaciones o federaciones muchas veces superan largamente en tamaño a empresas grandes de la competencia, por lo que en el papel reúnen más condiciones que aquellas, e incluso pueden postular en las licitaciones con tarifas más interesantes que tradicionales grandes operadores.
La CNDC, como se indica, viene desarrollando esta estrategia con sus socios desde hace años, y en el último tiempo se han producido importantes experiencias que señalan avances y de la opción real de configurarse como actores primarios.
Ejemplos hay, asociaciones de Calama, Rancagua, Biobío y la Cuarta Región, por citar algunas, que han desarrollado proyectos de asociatividad, que han adquirido equipos nuevos, postulado a licitaciones con grandes generadores, principalmente mineros, y hoy exhiben muy buenos resultados. En segundo lugar, el trabajo asociativo de los gremios no solo permite ganar postulaciones en el mercado de cargas; también tiene un efecto potenciador en la industria con la renovación de vehículos, en que los asociados compran camiones y equipos en conjunto, logrando buenos precios y condiciones ventajosas con las marcas.
Un tercer punto importante es obtener financiamiento para capital de trabajo y de renovación de equipos. Los resultados anuales de 2020 dados a conocer recientemente por la industria automotriz demuestran que la pandemia por coronavirus ha tenido el efecto de postergar decisiones de compra de equipos, aunque es probable que estas se retomen en 2021, en que los mecanismos para afrontar la crisis sanitaria se han perfeccionado en relación al inicio de la crisis. Justamente, esta Confederación trabajó fuerte en abril del año pasado para hacer realidad el fondo de garantía estatal para préstamos empresas, fundamentalmente Pymes, conocido como Fogape Línea Covid-19.
La falta de recursos frescos para hacer frente a proyectos de inversión, llevó a un nuevo esfuerzo en conjunto con la autoridad económica y el Parlamento, que ha permitido concretar lo que se ha llamado Fogape 2.0 que, a diferencia de su antecesor, permitirá acceder a créditos de inversión para renovar equipos y máquinas. Se trata de un paso importante, y esto también es importante para concretar aspiraciones y proyectos asociativos.
Hay un cuarto aspecto que resaltar. Las entidades gremiales tienen poder de representación ante autoridades, entidades reguladoras, e incluso, grandes conglomerados públicos y privados. Lo que no puede hacer una compañía privada, sí puede ejercerlo un gremio, a condición que actúe afiatado, con objetivos definidos y un buen trabajo de relacionamiento con los agentes de su ámbito de acción. Esto también lo hemos logrado en buena parte.
Si se trabaja en equipo, de buena manera, con convencimiento y claridad de propósitos, no solo se podrá superar la crisis actual, sino que se crearán bases sólidas para el futuro del transporte de carga en Chile. |