Viajes de larga distancia, ¿nos olvidamos del camión? Por Diego Bozzano, consultor en Logística y Transporte, Gerente General de Do Better. / diego@dobetter.cl Un viaje Santiago-Antofagasta tiene una distancia de 1.350 kilómetros, lo que genera un promedio de 22 horas de conducción para el conductor y de viaje para el vehículo. Si consideramos el Roundtrip (viaje ida y vuelta), estamos hablando de prácticamente dos días en los que el vehículo y el conductor no estarán en contacto físico con la base operacional. En muchos casos esto genera una pérdida del control operacional sobre el vehículo, y no es extraña la situación en la que se recibe un llamado del conductor informando de una falla o una situación fuera de norma en su funcionamiento, o inclusive, un error en la preparación del viaje por tiempos no contemplados debido a cambios en la ruta. Todas estas situaciones pueden ser previstas con tecnología.
Comencemos con el conductor. Sin dudas que el control de la jornada es hoy en día un problema; en la mayoría de las empresas se trabaja de modo reactivo, colocando información aproximada en las Hojas de Registro de Jornada entregadas por la Dirección del Trabajo para el cumplimiento de esta. Sin embargo, la misma Dirección del Trabajo ya tiene una App habilitada con el objetivo de que el registro y control de la jornada de conducción sea en línea. Todo el trabajo de completar la Hoja de Registro, llevar el control de horas de conducción, descanso, tareas auxiliares o carga/descarga, y la gestión con la oficina correspondiente de la Dirección del Trabajo para el timbreo de las Hojas de Registro, quedan en el olvido al automatizarse. Pero principalmente, esta App permite interconectar los datos con el GPS y poder entender si la jornada se está cumpliendo correctamente.
La fatiga del conductor es un problema que ha sido atacado de incontables maneras: capacitaciones, charlas de cinco minutos, puntos de control en la ruta, entre otros. Hoy tenemos sistemas que detectan la fatiga a través de una cámara instalada dentro de la cabina y que lee los gestos del conductor en línea, observando si está presentando síntomas de fatiga. Este sistema permite generar alarmas y una gestión directa sobre cabina, así como también la entrega de información a la supervisión directa del conductor. Tecnologías disponibles Sigamos con el vehículo. Actualmente, para realizar la gestión de mantenimiento solo nos basta con que nuestro proveedor de GPS tenga la capacidad de leer el computador a bordo del vehículo con un sensor de tipo OBD -si su proveedor de GPS no le puede ofrecer esta solución, lo mejor es que busque un proveedor que sí pueda hacerlo- y posteriormente invertir un pequeño monto en un desarrollo de software, que permita entender las principales variables que su mismo conductor está viendo en el tablero del vehículo.
De esta manera se obtiene un escaneo en lí- nea del vehículo, conociendo el kilometraje real, las condiciones de funcionamiento del vehículo, los niveles de combustible, entre otros. Con esta información es posible gestionar una serie de situaciones: primero, si el vehículo se está quedando sin combustible, podemos habilitar en línea, a través del sistema de tarjetas de carga de combustible, la próxima estación en la que el vehículo deberá realizar la carga; en segundo lugar, se puede observar si las variables de funcionamiento del motor están en buen esta do, de manera de evitar la necesidad de un mantenimiento reactivo, el cual como sabemos es el más caro; y finalmente, es factible definir el tiempo en que el vehí- culo deberá presentarse para su mantenimiento programado, de acuerdo al kilometraje que este lleva recorriendo.
Esta información también puede ser utilizada posteriormente, con fines de capacitación o de análisis más profundos, sin embargo, la posibilidad de utilizarla en línea tiene un efecto muy fuerte sobre los costos de la operación. Cuando evitamos que sucedan eventos interviniendo en tiempo real los viajes, logramos que se generen efectos virtuosos sobre la manera en que los conductores y el resto del personal gestionan la operación. Estos efectos virtuosos se transforman en una capacitación al personal operativo, modificando sus costumbres, metodologías y, en definitiva, su manera de trabajar.
Finalmente, en cuanto a la carga, existen una serie de innovaciones para los distintos tipos de productos. Los principales desarrollos están relacionados con el mantenimiento de la Cadena de Frío, el cual, por regulaciones nacionales e internacionales, es uno de los mercados más exigentes para el monitoreo de la carga.
La Internet de las Cosas (IoT) permite hoy, a un muy bajo costo, seguir cargas de todo tipo, especialmente las relacionadas con artículos electrónicos o de línea blanca. Adicionalmente, esta tecnología permite evitar el robo hormiga, ya que cada producto, al tener conexión a Internet (a través de un router instalado en el vehículo), al alejarse de este y perder conexión, se genera una alarma inmediata.
Las condiciones de humedad y temperatura de una carga agrícola también pueden ser monitoreadas en línea a través de toda la operación del viaje, incluso, en algunos casos, con semirremolques de mayor tecnología, podemos ajustar condiciones de temperatura por tramos de la ruta según sean las necesidades.
En fin, la tecnología está entre nosotros y la podemos aplicar a todos los aspectos relativos a un viaje de larga distancia. Los costos de tecnología han descendido drásticamente en la última década; implementarlos en nuestras operaciones ya no es una utopía. Muchos participantes de las Cadenas de Suministro indican que necesitan bajar los costos y en eso se basan para no realizar estas inversiones. La realidad es que estas nuevas tecnologías permiten no solo bajar drásticamente los costos, sino que también eficientar la gestión del viaje, reduciendo los costos de supervisión.
Finalmente, existe un preconcepto muy fuerte en la industria del transporte sobre lo difícil que es generar una diferenciación. Empresas que prestan servicios de transporte de carga han invertido en tecnología y han logrado diferenciarse. Hoy vemos que existe un grupo de 500 empresas que han logrado captar el 50% de la facturación del mercado del transporte, esto no es casualidad. Tiene que ver con procesos desarrollados e implementados, modelos de negocio que buscan generar un efecto positivo en el cliente más allá del cumplimiento como tal, así como la posibilidad de agregar valor en la cadena de suministro del cliente, entregando trazabilidad e información que es crítica para su servicio.
Tenemos el acceso a la tecnología, es posible costearla. No nos quedemos atrás. |