La adaptabilidad del talento humano ha hecho del outsourcing un factor importante para el crecimiento y la productividad de muchas compañías, y para que la economía en su conjunto movilice sus recursos a las áreas donde más se necesitan. De esta manera, las empresa pueden ajustar su plantilla laboral cuando: quieren reaccionar rápido y no dejar pasar oportunidades de negocios cuya planta estable no es capaz de solventar; desean probar nuevas líneas de negocios sin comprometer recursos de manera permanente hasta verificar la efectividad de esa línea; si son multinacionales cuya planta laboral es definida por casa matriz, lo que dificulta emprender nuevas acciones. También una importante motivación de las compañías para externalizar es reducir la dependencia de la conflictividad laboral.

Estas son las principales razones de las empresas para externalizar sus áreas de logística, producción, comercialización, telecomunicaciones, call center, entre otras.

El outsourcing no solo permite a las compañías obtener recursos humanos, también facilita infraestructura y equipamiento de modo flexible para llevar a cabo sus procesos productivos o de servicios. Este outsourcing más profundo e integral, es conocido como Business Process Outsourcing (BPO) de Segunda Fase, que consiste en delegar en una empresa externa la ejecución de un proceso, incluido recurso humano, equipamiento e infraestructura. Esta modalidad aporta mayor agilidad a la gestión pues no se depende de distintos proveedores y permite que exista una cabeza responsable del proceso externalizado.

En el caso de logística, la empresa de outsourcing se hace cargo de la gestión del proceso logístico completo, incluidos: personas que ejecutarán la tarea; espacio físico; maquinaria como por ejemplo grúas horquilla, trilaterales o clamp; vehículos y equipamiento tecnológico, entre otros.

En el outsourcing de segunda fase, la empresa externa se debe adaptar a las necesidades del espacio físico, maquinaria y tecnología del mandante. Para el área logística, es fundamental definir en conjunto –entre mandante y empresa de outsourcing- el espacio físico y lugar de ubicación, que según las necesidades del proceso logístico, puede quedar próximo a planta productiva, puerto, carretera o puntos de venta. También la empresa de outsourcing se debería adecuar al software de gestión y operaciones del mandante para que haya una correcta transmisión de datos de inventario y trazabilidad de productos del centro logístico. Entonces, es fundamental que cuando una compañía progrese a la segunda fase de externalización solicite a la empresa de BPO capacidad de adaptación.

En Chile, hay importantes compañías multinacionales y también nacionales que han avanzado a esta segunda fase que incluye recurso humano, equipamiento e infraestructura. Únicamente falta que esta modalidad más profunda de outsourcing se difunda, para que las compañías y la economía en general transiten hacia una etapa de mayor flexibilidad, adaptabilidad, productividad y el crecimiento que tanto se requiere hoy.