La huella de carbono en la industria del vino de exportación Por Rodrigo San Martín M., Managing Director Argentina & Chile de Gori - A DHL Company. Miembro Comité Editorial Revista Negocios Globales. Chile tiene la meta de convertirse en carbono neutral hacia 2050, lo que implica que todas las cadenas productivas deberán primero medir para luego reducir y compensar sus emisiones. Según estimaciones del Ministerio del Medio Ambiente, durante 2016 las emisiones de CO2 del país fueron de 111.677,5 kilotoneladas.
La industria del vino de exportación no queda exenta de este objetivo a largo plazo, por lo que Gori, empresa del Grupo DHL, comenzó una investigación para conocer la huella de carbono generada por el transporte terrestre del vino de exportación, entre las viñas y los puertos. Esta iniciativa se llevó a cabo con el apoyo de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Santo Tomás, recogiendo la información de las distancias de las viñas exportadoras a los puertos, los modelos de camiones utilizados, tipos de contenedores, cajas por contenedor, etc.
Adicionalmente, fue necesario buscar una metodología adecuada, que en base a la información levantada sirviera para hacer esta primera estimación. La seleccionada fue elaborada por Generalitat de Catalunya Comisión Interdepartamental del Cambio Climático, la que entrega un factor de emisión de CO2 por litro de petroleodiésel consumido. Resultados La primera estimación se basa en un total de alrededor de 60 mil contenedores exportados, que recorren del orden de 20 millones kilómetros anuales. Con la información anterior, más los datos de consumos de diésel por kilómetro promedio de los tipos de camiones utilizados para el transporte de contenedores fue posible llegar a una estimación agregada de la industria.
Los resultados nos arrojaron un total de aproximadamente 16.000 toneladas de CO2 anuales, equivalente a lo que emiten aproximadamente 2.600 automóviles bencineros por año, o si lo pensamos desde el punto de vista de la compensación total, necesitaríamos de 32.000 árboles adultos.
El trabajo realizado también analizó el impacto en las emisiones del transporte terrestre cambiando el modelo de operación. Donde en vez de transportar los contenedores a las bodegas de las viñas, se realicen retiros con camiones semirremolque y la carga sea consolidada en bodegas cerca de los puertos. En este sentido, el ahorro de emisiones se genera porque los camiones con semirremolque tienen mayor capacidad de carga que un contendor de 20 o 40 pies y además pueden ser más eficientes en el consumo de diésel, la reducción estimada de esta operación es del orden de un 35%.
El trabajo también incluyó estimaciones del costo de esta reducción, las que servirán como indicador del techo para los costos por tonelada de CO2 reducida.
Si bien esta es una primera estimación total, que puede ser mejorada bastante con información más detallada, su aporte radica en que está el dimensionamiento del total de emisiones de CO2, lo que constituye un primer paso para que la industria del vino de exportación comience a preparar la reducción y compensación de emisiones a las que nos veremos enfrentados en el futuro. |