Claves para la última milla Por Clainer Vega, Fundador de Adelog. / cvega@adelog.cl Internet permite la disponibilidad de datos y gran cantidad de aplicaciones móviles, llevando las decisiones de compra a las manos del consumidor, independientemente del lugar y el momento en que este se encuentre. Ya pasó con los servicios de bancos, aseguradoras y organismos del Estado, entre otras; sin embargo, en el comercio, el factor físico del bien o producto hace la diferencia y el gran desafío a enfrentar.
Mucho aprendizaje, mejores sistemas de información, mejores prácticas, robotización y tecnologías más baratas, nos dan hoy una segunda oportunidad, pero sin olvidar lo esencial: el factor físico.
A diferencia de los servicios, el hecho de llevar un producto de un punto “A” a un punto “B” geográficamente distante, en forma rápida como lo espera un comprador que ya no va a una tienda, y a un costo razonable, lo hace totalmente distinto; y las empresas que cambien de foco de la eficiencia digital al foco de eficiencia física, deberían salir victoriosas en este nuevo escenario.
Los grandes operadores a nivel mundial ya lo entendieron así y por ello se han esforzado en administrar la logística pequeña aprovechando las bondades de la robotización y las economías de escala de la mano de nuevos y más sofisticados sistemas de información. Algunas claves a considerar • Valor del tiempo: El nuevo escenario digital se sustenta en gran medida en el valor del tiempo del comprador versus el costo para llevar un bien físico de un punto “A” a un punto “B”. Considerando el bajo costo de transacción digital, en la medida que el primero sea mayor al segundo, este nuevo escenario para los bienes físicos seguirá aumentando.
• Información y Estadística: La concentración del volumen de mercaderías en movimiento permite economías de escala en los procesos logísticos. En este sentido la administración inteligente de los datos y estadísticas de compra, idealmente asociados a datos geográficos, permitirá anticipar el inventario con un mejor volumen y a un menor costo.
• Versatilidad: Los esquemas tradicionales de tiendas o salas de venta están cambiando y esto hará una gran diferencia a la hora de responder a las expectativas del comprador moderno. Así ya lo están desarrollando los principales operadores logísticos a nivel mundial.
• Seguridad: Entregas presenciales o simple delivery no presencial a la puerta del comprador, o los costos de escolta en algún tramo de los viajes, harán la diferencia en el balance indicado en el primer punto de esta lista.
• Inventarios de Seguridad: De la mano de la exactitud de inventario por sistema versus el físico, este factor hace una gran diferencia a la hora de un servicio de excelencia ya que no cumplir a este comprador digital en la forma y especialmente en el tiempo de llegada de su pedido, podría frustrar la repetición de compra en la medida que la experiencia de compra no fue satisfactoria. El mayor desafío en este punto es ofrecer inventario confirmado o asumir el costo de mayores niveles de inventario de seguridad. • Nuevo escenario “el área chica”: Los cambios están llevando a las grandes empresas de retail a competir en un área chica donde las economías de escala y el equipamiento del centro logístico o los grandes camiones ya no permiten operar a los costos habituales y, en cambio, las distancias, la saturación vial, la falta de estacionamientos, el tamaño de los vehículos y la concentración de la demanda, exigen una operación mejor administrada, pero aún es cada vez más difícil y compleja. En resumen, para este escenario, el desafío mayor será cómo proyectar hacia el punto de entrega las ventajas de las economías de escala que tienen con el modelo tradicional. |