El manejo defensivo y su aporte a la eficiencia Diego Bozzano Las técnicas de manejo defensivo son ampliamente conocidas en el mercado del Transporte Carretero de Carga (TCC) en Chile, pero son reconocidas e implementadas muchas veces solo para el movimiento de mercancías peligrosas o en un aspecto específico de la seguridad, sin considerarlas para mejorar el rendimiento del vehículo, las frecuencias y costos de mantenimiento, así como también en lo que tiene que ver con aspectos administrativos o correcta planificación y utilización del vehículo. Comencemos con la técnica básica de manejo defensivo: estar 100% concentrado en la ruta. Esto significa básicamente hacer una cosa a la vez: conducir, ya que esto nos permite colocar el toda nuestra concentración en la conducción. Al solicitarle estar completamente concentrado en la conducción, podemos obtener de parte del conductor una mayor performance en la operación del vehículo, controlando no solamente la ruta donde transita, sino también todos los indicadores del vehículo. Adicionalmente, esta técnica lo aleja de cometer otros errores como, por ejemplo, equivocar la dirección de entrega por leer la Guía de Despacho mientras conduce. La segunda técnica de manejo defensivo se refiere a conducir utilizando los espejos, lo que permite al conductor advertir los riesgos que presenta la ruta o el resto de los vehículos, no solo delante, sino que también en los costados o incluso detrás. Esta técnica también es muy valiosa, ya que al conducir utilizando los espejos se puede evitar el movimiento lateral del vehículo, lo que genera un ahorro importante en consumo de neumáticos. Adicionalmente, al evitar las maniobras bruscas derivadas de otros participantes en el tránsito, podemos generar un menor desgaste de la suspensión, frenos o motor. Mirar adelante y a lo lejos es otra de las técnicas de manejo defensivo. Tomando en cuenta la altura sobre la que va ubicado el conductor en un vehículo de carga mayor, este tiene una visión de más largo alcance que los vehículos menores, por lo que tiene un mayor tiempo para tomar una decisión sobre algún accidente o situación de congestión en el tránsito lo que, a su vez, le permite realizar esta maniobra de manera más suave, generando un menor desgaste en el vehículo. De igual modo, el conductor profesional, justamente por esta condición, tiene una responsabilidad mayor en la protección de los vehículos menores en el tránsito, por lo que al realizar su maniobra puede advertir al resto de los vehículos sobre la misma, evitando situaciones a su alrededor que lo pongan en riesgo. En particular, para el cuidado de los frenos del vehículo, así como para mantener el motor en un nivel de RPM (Revoluciones por Minuto) que asegure el mejor rendimiento de combustible, la regla del Seguimiento a distancia es una de las que más aporta. Esta regla es especialmente importante considerando que la distancia que pongamos entre el vehículo antecedente y el nuestro, será el equivalente al tiempo que tengamos para reaccionar y, por ende, para aplicar todas las herramientas del vehículo para ejercer una maniobra defensiva. A mayor distancia, tendremos mayor tiempo de reacción, y con este, podremos realizar una maniobra menos brusca. Hay diferentes criterios para esta técnica; existen empresas que establecen cinco segundos, otras, 10 segundos e incluso más. También es importante para esta técnica la velocidad máxima que se establezca como regla, ya que cuando la velocidad de tránsito es menor, a un mismo rango de tiempo tendrá una mayor distancia de frenado. Es muy importante para el rendimiento del vehículo que el conductor pueda mantener durante el mayor tiempo posible un uso estándar, lo que se denomina velocidad crucero, en el que el motor y todo el vehículo funcionan en su peak de rendimiento, reduciendo el consumo de combustible y el desgaste de piezas, partes e insumos. En prácticamente toda lista de chequeo utilizada en una operación de transporte existe la revisión del funcionamiento de las luces del vehículo, tanto las de posición, frenado, giro o retroceso, las que cumplen un rol fundamental en la seguridad: hacerse visible. Especialmente en rutas bidireccionales, las luces frontales, también conocidas como luces bajas, cumplen una función vital para que los vehículos que circulan en sentido contrario puedan visibilizarnos, de forma de evitar un accidente frontal. El correcto mantenimiento de las luces del vehículo permitirá que en la noche el conductor de un vehículo que intenta sobrepasarnos pueda observar y medir su maniobra de sobrepaso, sobre todo considerando el largo del vehículo de carga, es ahí donde entran las luces laterales. Adaptarse a las condiciones de la carretera nos permitirá utilizar mejor nuestro vehículo. Así como en otras industrias o maquinarias, los vehículos de carga tienen herramientas que permiten optimizar su rendimiento en diferentes condiciones. Así, podemos adecuar las RPM del motor del vehículo, o rebajar una marcha en la caja de cambios, lo que permita una mejor tracción, por ejemplo en condiciones de lluvia o de mucha humedad sobre la ruta; esto no solo nos ayudará con la seguridad en el tránsito en una condición compleja, sino que también permitirá que el motor mantenga un rendimiento de combustible aceptable, al transmitir correctamente su potencia al piso. Recordemos que cuando un vehículo patina no solo es peligroso, sino también un desperdicio. La última regla de conducción a la defensiva es quizá la más obvia, pero justamente por eso, muchas veces es pasada por encima o no respetada. Mantenerse alerta durante toda la conducción debe ser una norma a respetar por los conductores de cualquier tipo de vehículo, en cualquier condición y todo el tiempo, sin embargo, gran parte del tiempo no solo no respetamos esta regla, sino que, al contrario, creemos que podemos conducir y realizar otras acciones al mismo tiempo, distrayéndonos de la atención sobre la ruta. Cuando hablamos de mantenernos alerta no solo estamos hablando de mantener la concentración, sino que tiene que ver con tener la capacidad de advertir los riesgos para nuestro vehículo y para el resto del tránsito, teniendo constantemente en la mente una salida a estas situaciones. Mantenerse Alerta significa no conducir con somnolencia o con fatiga, respetar nuestro ciclo circadiano de manera de no conducir en las horas de sueño más profundo, y realizar los descansos en los lugares y momentos adecuados. En este sentido, el aprovechamiento de la jornada del conductor será mucho mayor si este efectivamente conduce alerta, ya que probablemente será mayor el número de kilómetros que recorrerá y al descansar en lugares adecuados, donde pueda ingerir una alimentación que cuide su salud, evitará la utilización de licencias médicas. Diego Bozzano es Consultor en Logística y Transporte. Diplomado en Gestión de Operaciones y Logística, IEDE Escuela Española de Negocios (2011). Diplomado en Logística Estratégica Universidad de Chile (2012). Profesor Auxiliar Duoc UC en las carreras Comercio Internacional e Ingeniería en Gestión Logística. diego@dbozzano.cl |