Por Gerardo Ureta C., Gerente General de Economía Urbana EIRL.
Gerardo Ureta C.
La distribución urbana de mercancías (DUM) es el último eslabón de servicio en la cadena de transporte, por lo que también se la conoce como la logística de “la última milla”. En este concepto, se engloban todos los movimientos relacionados con la actividad comercial y el suministro y distribución de bienes en las ciudades, incluido el movimiento de mercancías (entregas, recogidas, transferencias, carga y descarga, ubicación, almacenamiento y retorno), pero se excluyen el transporte de mudanzas y obras, por darse esporádicamente y gozar de licencias especiales, al igual que la recogida de residuos sólidos y el transporte de dinero, que se realizan en horarios no punta de carga en la red vial.
Asimismo, el costo del transporte asociado a la DUM influye directamente sobre el costo final del producto y, en consecuencia, afecta la competitividad de las empresas y de la economía en general. Los costos operacionales varían según la franja horaria en la que se realiza el reparto de mercancías y, en la misma medida, las velocidades del tráfico afectadas por la DUM repercuten en la productividad y las emisiones de contaminantes urbanos, por lo que su tratamiento es un elemento clave dentro de la política general de gestión de la movilidad en las ciudades, dados sus múltiples efectos sobre las actividades y la calidad de vida de los ciudadanos.
Parte de estos problemas son consecuencia de las actividades de DUM, ya que muchas veces las operaciones de carga y descarga de mercancías se realizan (justificadamente o no), de forma que entorpecen el tráfico.
Fenómenos urbanos e inmobiliarios
Hace pocas semanas, el Gobierno de Chile presentó una comisión que estudiará y propondrá medidas para reducir el nivel de congestión y saturación de nuestras calles. Estos famosos “tacos” no solo afectan nuestra calidad de vida, sino que también afectan la competitividad de nuestras ciudades para realizar y localizar actividades comerciales y logísticas, siendo todo un desafío encontrar un buen lugar donde establecer un centro de distribución.
De acuerdo con diversos estudios, en Santiago la mayor congestión se produce entre las 18 y 21 horas, período en el que los automóviles no superan los 15 km/h. Con este dato, se hace evidente que se ve afectada la correcta y eficiente distribución de mercancías, así como los desplazamientos por la ciudad.
Aunque es difícil pronosticar qué sucederá con nuestras ciudades en los próximos años, debemos estar conscientes de que todo indica que las industrias deberán buscar nuevos espacios para sus instalaciones y centros logísticos fuera de la ciudad, lo que provocará importantes cambios a la hora de distribuir las mercancías. Entonces, debemos preguntarnos, ¿dónde conviene localizar mi actividad empresarial o centro de distribución, tomando en consideración los aspectos y restricciones urbanas que cada día se están imponiendo, como los temas ambientales y de tráfico, y además teniendo presente los valores del mercado inmobiliario que hoy existen en Chile? De acuerdo con estudios propios, y en base a datos entregados por el Servicio de Impuestos Internos, en el mercado inmobiliario de industrias, el mayor stock disponible con destino industrial se encuentra en las comunas de San Bernardo, Maipú, Quilicura y Santiago Centro, todas sobre el millón de m² construidos, de un total de 11 millones de m² en stock. Esto nos muestra que, a excepción de la comuna de Santiago Centro, ya podemos ver que las industrias se alejan del centro urbano.
El mercado inmobiliario de las bodegas crece a un ritmo considerable, dado el poco espacio disponible para guardar nuestras mercancías en la ciudad. Entre las comunas con mayor stock nuevamente encontramos a Santiago Centro, Quilicura y Maipú, seguidas muy de cerca por Pudahuel y Lampa.
Teniendo a la vista estos datos, con especial atención a las modificaciones a los planes reguladores de comunas que prohíben o permiten distintos usos de suelos, podremos decidir con mayor rigurosidad y eficacia el lugar óptimo para instalar un centro de distribución.
Autor
Gerardo Ureta C. es Asesor Inmobiliario y Urbano, además de Profesor Universitario de Economía Urbana y Gestión Inmobiliaria. www.economiaurbana.cl