Por Alvaro Albornoz Bueno. alv.albornoz@business-architects.cl
Alvaro Albornoz Bueno.
Es sabido que en tiempos de bonanza económica, el crecimiento y la innovación están en la cima de las agendas de las empresas, pero durante las crisis, las organizaciones tienden a mirar hacia dentro, buscando la optimización de sus procesos internos y, en algunos casos, el funcionamiento de su Logística. Y con razón: esta área es, a menudo, subestimada como una fuente de ventaja competitiva, pero es una poderosa palanca para la reducción de costos, riesgos y tiempos de respuesta, así como para el mejoramiento del servicio al cliente.
La experiencia nos muestra que solo unos pocos optimizan plenamente sus operaciones en la cadena de suministro para asegurar el costo y las ventajas competitivas, fundamentalmente motivados por el status quo que provoca el tener una operación estable -lo que no facilita innovar- y por una mala concepción de la Logística que hace que en la mayoría de las compañías, esta no se encuentre claramente alineada con la estrategia del negocio. Por lo tanto, las conversaciones en las gerencias se reducen a costos, problemas de despacho y comportamiento de las personas de la operación.
Sin esta alineación, la administración no es capaz de sopesar las ventajas y desventajas necesarias de los procesos logísticos, tanto dentro de la empresa (por ejemplo, si la mejora de la gestión de inventarios entrega el valor suficiente para compensar los costos y la complejidad) y fuera de la misma (por ejemplo, si los beneficios de ofrecer niveles de servicio más altos a ciertos clientes fueran mayores que los costos).
Desafíos para reposicionar la Logística
Entendida la oportunidad, menciono algunos desafíos que es posible ir implementando en períodos económicos complejos y que pueden ir reposicionando a la logística como fuente de ventajas competitivas.
Involucre a la Logística a la estrategia del negocio: Tal como se ha dicho en muchas oportunidades, la Logística no es el hermano menor de la empresa, pues maneja activos, administra clientes, gestiona personas. Una gran parte del éxito de la organización está en su Logística y cada día más las empresas se vuelven logísticas, por ende hay que repensar el rol de la misma y su aporte a la ventaja competitiva.
Busque mejoras en sus estimaciones de demanda: La incertidumbre generada por la demanda siempre es problema y afecta la planificación, por lo que no solo debe comprender el fenómeno de la naturaleza de su demanda, sino que deben existir instancias donde más involucrados puedan participar para la reducción de la misma (ventas, comercial, logística, finanzas, etc.). Una logística “demand-driven” implica acercarse de mejor manera al comportamiento e intereses de los clientes.
Repensar los inventarios: Las expectativas de los escenarios económicos siempre afectan a los inventarios, impactando en su complejidad y manejo (aumento en número de productos, cambio en cantidades de compra, obsolescencia o cambios en las tasas de rotación). Los problemas del inventario siempre obstaculizan el flujo de producto y llevan a una mirada distorsionada de la demanda de los clientes. Aproveche de revisar sus datos de inventario y renueve sus niveles de stock, sus stocks de seguridad y las cantidades de reabastecimiento. Esto requiere un profundo análisis de los patrones de demanda de los clientes, la calidad de los pronósticos, el tiempo y variabilidad de los procesos de producción, y los plazos de entrega del proveedor. Anímese y haga el ejercicio, descubrirá cosas notables.
Simplifique, estandarice y aplique tecnología lo más que pueda: La autoinfligida complejidad en productos, procesos y carteras de clientes puede dificultar la flexibilidad. Con operaciones menos complejas, las empresas pueden responder más rápidamente a los cambios en la demanda. Procesos complejos estiman una caída del 30% en los pedidos de los clientes. Se necesitan medidas drásticas para sobrevivir. Aproveche de revisar sus procesos, los puntos de control y aquellos que entregan información relevante para el control. Optimícelos y automatícelos lo más que pueda. Considérelo una inversión.
Personalice su nivel de servicio a segmentos o clientes específicos: Es posible que les proporcione niveles de servicio costosos a los clientes equivocados y se encuentre perdiendo la oportunidad de utilizar el servicio como ventaja competitiva. Las empresas pueden concentrar sus capacidades, reducir al mínimo los costos generales, y aumentar la flexibilidad de su logística a través de la gestión de los niveles de servicio basados en el valor del cliente. Trabaje para identificar y clasificar a sus clientes y averigüe qué elementos de servicio son importantes para ellos y diseñe los procesos adecuados y adóptelos como claves.
Capacite y gestione el cambio: Uno de los aspectos relevantes en la operación es que maneja una cantidad importante de dotación. Por tal razón, en períodos de ralentización en las ventas, las personas pueden sentir que sus puestos de trabajo pueden verse afectados, provocando un clima poco propicio para la operación y que afecta la calidad del servicio y la seguridad. Entonces, puede aprovechar de entregar mejores capacidades a los trabajadores preparándolos para mejores tiempos. Nuevas competencias, destrezas y maneras de mirar el negocio, no solo ayudarán a mejorar el ambiente y compromiso, sino que prepararán a los equipos para mejores tiempos y facilitarán la gestión del cambio.
Autor:
Alvaro Albornoz Bueno, PhD MBE, Profesor de Postgrados y Director Ejecutivo de Business Architects Consultoría & Capacitación.