Fernando Nilo, fundador y Gerente General de Recycla

La conciencia sobre el daño ambiental que provoca el aumento de los residuos sólidos domiciliarios e industriales -los que en nuestro país llegarían a más de 17 millones de toneladas al año, con un crecimiento de hasta un 42% desde el año 2000-, ha hecho que muchas empresas implementen políticas de recuperación y reciclaje de sus productos a través del proceso de logística inversa o sustentable.

Esta es una de las tendencias predominantes en las empresas que buscan subir los índices de sostenibilidad de sus procesos e impone a las compañías no sólo preocuparse del envío de los productos a los consumidores, sino también de su traslado posterior, tras el término de su vida útil, desde el cliente hacia el proveedor con el fin de crear canales de recogida selectiva de residuos industriales, de la construcción, electrónicos y eléctricos en desuso para su reutilización, reciclado o eventualmente su destrucción.

En el mercado nacional, ya existen algunos ejemplos de compañías especializadas, como lo es el caso de Recycla, la que presta asesoría en planes de reducción y correcto manejo de residuos electrónicos (E-Waste), desechos eléctricos y metales no ferrosos. Asimismo, hay varias organizaciones que están trabajando junto a empresas de logística y transporte para instalar procesos o realizar campañas que permitan generar canales de recuperación de materiales para su reutilización, reciclado o destrucción.

En este sentido, Fernando Nilo, fundador y Gerente General de Recycla, explica que en el mundo corporativo, esta tendencia se refleja en distintas iniciativas de Responsabilidad Social que le generan valor agregado a las marcas. “Surgen dos caminos virtuosos para las empresas: compromiso con el cuidado del medioambiente al disminuir los desechos nocivos para la naturaleza y optimiza sus inventarios al reciclar piezas”, indica.

En el caso de Recycla, esta compañía ha trabajado junto a organizaciones como Chilexpress y Flexnet, entre otras, en campañas de recuperación y reciclaje de e-waste, donde ellos, como operadores logísticos, facilitan el retiro de los desechos desde las casas para devolverlos a los proveedores e incorporarlos a un nuevo ciclo de producción o derechamente a su destrucción.