El mercado, cada vez más competitivo, está obligando a las empresas a redefinir estrategias que optimicen e integren la logística proveedor-retailer, de modo que ambos no pierdan oportunidades de venta por quiebre de stock.
Enfrentar con protagonismo la visión integral de todo negocio, necesariamente implica contar con una perspectiva global y coordinada de la gestión de la cadena logística, bajo el aspecto de construir y sostener confianzas a lo largo del tiempo entre el Productor y el Distribuidor. Ante esta situación, emergen diversas iniciativas que buscan optimizar la tradicional modalidad de trabajo y negociación que han traído los productos de consumo masivo y los retailers, siendo una de las más importantes las relacionadas con soluciones de Reposición Eficiente o VMI (Vendor Manager Inventory).
Reposición Eficiente o VMI (Vendor Manager Inventory)
A nivel operativo, este modelo genera, entre otros, los siguientes beneficios:
Integrar procesos entre las unidades de trabajo (ventas, marketing, publicidad, servicios al cliente, distribución y transporte, administración del ciclo de vida de los productos y finanzas) Normalizar y codificar datos de acuerdo a estándares de la industria (codificación de productos y embalajes; y sistemas de transmisión de datos, comercio electrónico - B2B). Mantener la maestra de materiales o de productos actualizada en sus variables logísticas y de precios. Definir y operar diversos KPIs, como fill rate, delivery, ciclo de las OC, entre muchos otros. Pronosticar el comportamiento de la demanda por categorías.
Optimizar niveles de inventario, procesos logísticos y mejorar la calidad de Servicio al Cliente.
Mejorar los apoyos de recepción e ingreso de mercaderías en los Centros de Distribución de los retailers; también los agendamientos y procesos de recepción.
Optimización del Instock o inventario en los puntos de venta, garantizando la disponibilidad de productos en góndola para el consumidor de modo continuo.
Todas estas mejoras metodológicas, luego de alineadas e integradas, son automatizadas mediante herramientas tecnológicas que le permiten al proveedor:
Visualizar en pantalla la información actualizada del inventario de su cliente
Calcular la cantidad de órdenes de compra en proceso.
Transmitir dichas órdenes de compra hacia el sistema ERP del distribuidor.
Producto decodificado temporalmente
Este enfoque se ha convertido en una de las principales condiciones en la que los actores del consumo masivo y el retail se basan para agilizar e innovar su negocio frente a los actuales cambios del mercado. Sin embargo, lo más importante es que deben integrarse a los procesos operativos, personas y objetivos del negocio, para lograr así el propósito de disminuir los niveles de stocks del distribuidor, optimizando el nivel de servicio, y recuperar las informaciones de ventas, permitiendo que los productores implementen una cadena de abastecimiento enfocada a la satisfacción del consumidor final.
Status en Chile
Hoy en Chile, el VMI se ha convertido en un modelo confiable, eficiente y estable, basado en estándares mundiales propuestos por ECR (Efficient Consumer Response) y en las best practices de la industria. Sin embargo, si bien sus resultados son notables y rotundos al considerar que estas mejoras implican en promedio crecimientos mínimos del 15% al 20% anual, esta práctica está tan sólo disponible, como máximo, en el 15% de los productos de consumo masivo y con no más de 15 grandes empresas proveedoras que de modo estable implementan esta noble práctica en los grandes retailers. Básicamente, en categorías de alimentos no perecibles y algo de perfumería y aseo del hogar.
Respecto a los retailers, no son más de 5 grandes del mercado los que han integrado su operación con estos proveedores, considerando que en todo el retail (supermercados, farmacias, perfumerías, grandes tiendas, home centers y grandes distribuidores ) hay más de 20 grandes empresas disponibles para ello.
Puede ser el gran momento para que el Category Manager, Trade Marketing y Distribución, trabajen bajo procesos integrados en función de alcanzar los niveles de servicios comprometidos para los clientes.
Las buenas prácticas mundiales que se están replicando con éxito en el país y los excelentes resultados demostrados tras su implementación hacen que este proceso se convierta en algo creciente e inevitable.