| | Si analizamos la realidad de esta industria, encontramos que la relación que debe existir entre los buses interurbanos y los sistemas de GPS tiene que ser obligatoria, porque éstos permiten controlar las velocidades máximas que llegan a alcanzar, a diferencia de la alarma sonora que hay dentro de los buses. Además, esta tecnología es una eficaz herramienta para que una central de monitoreo reciba las alertas o lleve un completo registro de todos los excesos cometidos por un chofer. Otro factor importante son las variables que se podrían controlar, ya que al añadir un identificador de conductor, la empresa podría saber cuántas horas conduce cada uno de sus empleados y así evitar que trabajen más horas de las estipuladas por ley, evitando accidentes por cansancio o fatiga. Los beneficios El monitoreo vía GPS posibilita conocer en tiempo real la posición y el estado (detenido o en movimiento) de todos los vehículos de una flota. También permite ver el detalle de los trayectos realizados, conociendo las rutas, kilometraje y velocidades, entre otras variables. Además, se puede generar alertas por excesos de velocidad, entradas o salidas a puntos de interés o llegadas con retraso, entre otros factores. Todo esto permite gestionar de una manera mucho más eficiente todos los activos de una compañía, ya que se puede tomar decisiones de manera rápida y simple. También se aumenta la seguridad y se evitan desplazamientos innecesarios, ahorrando en combustible, horas/hombre, mantenimientos o multas, por nombrar algunos ejemplos. En Europa -continente con una larga y positiva experiencia en este tema- se utiliza el tacógrafo digital. Esto quiere decir que todas las empresas de transporte están obligadas a instalar este tipo de mecanismo en cada uno de sus camiones o buses. Además, cada chofer debe tener una tarjeta electrónica que introduce en el lector de dicho tacógrafo. Con esto, que parece tan simple, queda un registro de cada minuto dedicado por el chofer a conducir, descansar, cargar o descargar, y que deben cumplir con la ley existente. Estos datos deben ser entregados mensualmente por todas las empresas al Ministerio de Transporte de cada país y, en caso de no cumplir con los tiempos de conducción y/o descanso establecidos, son multadas. En el caso chileno, el control de velocidad donde suena un timbre en la cabina no es para nada útil, porque es muy fácil de manipular y las empresas no supervisan mucho su funcionamiento, ya que hay que revisarlo físicamente. Con la tecnología GPS, en cambio, se puede saber rápidamente si éste ha sido intervenido, ya que la misma plataforma no mostrará la ubicación actualizada o puede emitir una alarma de emergencia. Además, el timbre que utilizamos actualmente en Chile solamente alerta a los pasajeros, los cuales, si no reclaman, difícilmente podrán modificar o corregir este inconveniente. |