En este sentido, al igual que Kipling, debemos poseer un conocimiento real de nuestros procesos, para lo que tenemos que cuestionarnos cómo se realizan éstos, cuándo se llevan a efecto, dónde ocurren, qué es lo que hacen, quiénes los realizan y por qué se efectúan.
Hoy existen en el mercado diversas tecnologías, como movilidad RFID, RTLS, implementaciones de WMS, entre otras. Pero no por el sólo hecho de implementarlas, vamos a satisfacer nuestras necesidades o hacer más eficientes los procesos; como mencioné anteriormente deben estar bien enfocadas a nuestra estrategia.

Luego de resuelto el tema del “para qué”, debemos definir el “qué” y “dónde”, es decir, qué solución tecnológica se va a utilizar y dónde se va a implementar, en función de los objetivos ya definidos. En esta etapa es importante considerar que la tecnología es sólo una herramienta y que las aplicaciones que deriven de ella deben ser funcionales a nuestra necesidad y al lugar en que se van a implementar. Además, hay que tomar en cuenta que el valor de las soluciones TI depende proporcionalmente en cómo éstas van a ayudar a ser más eficiente los procesos. Por ende, se debería aplicar un ROI antes de su incorporación.

Posteriormente, debemos respondernos las preguntas restantes: “quién”, “cómo” y “cuándo”. Para la primera, es vital que las empresas busquen el apoyo de especialistas TI que tengan conocimientos en la materia. Muchas veces, lo barato puede costar caro, por lo que siempre es importante evaluar que un proyecto de esta naturaleza sea llevado a cabo por profesionales capacitados que aseguren un resultado óptimo.

Asimismo, cuando nos referimos al “cómo” y “cuándo” nos enfocamos en las etapas de implementación del proyecto, las cuales finalmente definirán el resultado. La selección de los procedimientos y el momento adecuado es fundamental, ya que ha habido casos donde compañías se han equivocado en estos dos ítems y han sufrido grandes perjuicios.


Beneficios de la movilidad

La movilidad es un importante aporte a los negocios, ya que permite disponer de la información necesaria para evaluar y validar una operación y, a la vez, alimentar de datos al sistema. Lo anterior posibilita que los errores de transcripción desaparezcan, lo que generará información rápida y confiable, volviendo la operación global más eficiente y centrada en su core business.

Como proveedores de tecnologías, debemos ser capaces de educar y asesorar a clientes y partners, sobre los beneficios de contar con mayor información para los procesos de negocios, así de cómo utilizarla en forma adecuada.

Las compañías, al incorporar TI a sus operaciones deben considerar que éstas van a permitir no sólo mejorar los tiempos asociados al proceso, sino optimizar y/o modificar el proceso en sí, ya que se abrirán nuevas oportunidades.