El mundo está cambiando, pero eso no es nada nuevo. Para los gerentes de nivel medio la buena nueva es que los gerentes de nivel superior también están en fase de cambio. Y eso es lo que ahora está sucediendo. La pregunta que nos hacemos entonces es ¿está cambiando el mundo, las organizaciones, las personas o la administración?. Muchas veces hemos visto aplicar en nuestras organizaciones las diferentes tendencias que los mercados, empresas o personas han impuesto desde las economías globales, resultando algunas exitosas, otras no tanto, pero la mayoría sin resultado. También hemos oído acerca de la tendencia hacia una economía distributiva en Chile, que viene de regalo de una de las tantas partes en que se compone nuestra base económica de libre mercado -observado indudablemente con el prisma logístico-, pero, ¿qué tan real es esto?. Economía distributiva Al mirar los registros de nuestras últimas décadas se obtienen evidencias de que en nuestro país la tendencia económica es de producción, exportaciones e importaciones principalmente distributiva, basada en los grandes avances en manufactura registrados en los mercados mundiales que son esencialmente un reflejo de la capacidad empresarial de comercializar un volumen y una variedad increíble de productos. Los avances tecnológicos, incluidos la automatización y el control de procesos a nivel global, han provocado un recorte importante en el empleo productivo nacional, ya que muchas formas de manufactura se han trasladado a otros continentes por razones estratégicas y, principalmente, económicas. Pero, el cómo y el dónde se realiza la producción no cambia el carácter básico de nuestra tendencia hacia la economía distributiva. Presiones y supervivencia Es aquí donde nuestras empresas se enfrentan a retos fuera de lo común, siendo una muestra que las complejidades de la importación y exportación no son sólo sucesos de ahora y después, sino una preocupación permanente para aquéllas que sobreviven de esta forma. En las empresas productivas, la planificación de la producción, un trabajo duro en las mejores condiciones, se agrava con barreras de tiempo y de lenguaje. Asimismo, los stakeolders exigen más productividad, menores costos, diferenciación en los productos y ventajas competitivas en los mercados para obtener mayores rentabilidades. Todo esto sin mencionar el impacto que sufre el sistema logístico empresarial en sus flujos de productos, de información y servicios, en la planificación y operación de las adquisiciones, infraestructuras de almacenajes, gestión de los stocks, sistemas de distribución, ruteo de los transportes, niveles óptimos de satisfacción de servicio en la entrega de productos a los clientes y mercados (considerando factores como menor tiempo posible de entrega, descubrimiento de costos ocultos, menores costos asociados, etc). Estas complejidades y sus síntomas de presión varían día a día en las empresas. Nunca un día es igual a otro, siempre cambia. ¿Cómo puede contarse con el apoyo de un gerente de planta o de un gerente de logística que están a miles de kilómetros de distancia, que no hablan el mismo idioma y que para ellos en su continente es el día siguiente (o todavía es ayer)?. Estas son algunas de las formas de decir que en las economías distributivas se deben esperar presiones para hacer pronósticos más exactos; importaciones para distribución más efectivas y eficientes para lograr cumplir con planificaciones más precisas. También existen presiones para aumentar considerablemente la flexibilidad en la producción local y adaptarse a los mercados y clientes cada día más cambiantes y exigentes en sus demandas que requieren de niveles de planeación superiores a los que tienen la mayoría de las empresas en la actualidad. ¿Cuánta de esta responsabilidad corresponde al gerente de distribución o al gerente de logística? o ¿qué tanta de esta responsabilidad está preparado para asumir el gerente de distribución o el gerente de logística? o ¿entiende el ejecutivo de nivel superior que la logística de su empresa es algo que va más allá de la distribución física tradicional?. Para responder a estas preguntas se tiene que empezar con la premisa original de que lo que le interesa al gerente de nivel medio es la forma en que perciben el mundo global los gerentes de nivel superior, percepción que no necesariamente es la correcta. Aunque lo descrito es una descripción relativamente parcial y fiel del mundo económico-logístico como existe ahora, es poco probable que haya muchos administradores que se sientan impulsados a iniciar nuevas estrategias como consecuencia de esta lectura. Esto puede explicar el porqué existen pocos administradores de alto nivel gerencial que ven en la logística algo que puede contribuir significativamente en el éxito futuro de sus empresas, o en su supervivencia en los mercados locales o globales. |