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Legislación
internacional para
envases en contacto
directo con alimentos
Por Rolando Araya de la Cuadra,
Especialista en Envases y Embalajes.

¿Cuántas veces nos ha sucedido que, como usuarios, al abrir un envase que contiene un alimento nos encontramos con olores a plástico, solventes o tintas (lo cual nos hace dudar de las características del alimento que vamos a ingerir) o, en una situación extrema, el producto que estamos consumiendo tiene olores y sabores que no son propios del alimento? Estas u otras situaciones están relacionadas a los fenómenos de interacción envase-alimento.

Más allá de las listas positivas que se han elaborado para el uso de resinas u otras sustancias con las cuales se fabrican los envases, cada proveedor debe asegurar a su cliente y éste a su vez al consumidor que el envase que se está utilizando tiene "aptitud sanitaria para contacto directo con alimentos".

El fenómeno que se presenta en los envases cuando no se han controlados los parámetros en la fabricación se denomina migración y consiste en la transferencia de elementos que son entregados desde la matriz polimérica al alimento. Estas sustancias pueden tener características dañinas para la salud de la población, pudiendo además hacer variar las características sensoriales y orga-nolépticas del producto, en especial en aquellos alimentos de alto contenido graso, donde se fijan con mayor facilidad las sustancias migrantes.

La legislación de la Comunidad Económica Europea contempla directivas que se refieren a este tema. Por ejemplo, en la Directiva 90/128/EEC se encuentran restricciones que limitan el uso de sustancias y definen los Límites de Migración Específica (SML).

La directiva 90/128/EEC fija un parámetro para que los envases cumplan con los requisitos básicos que permiten ser considerados con aptitud sanitaria.

Los fenómenos de Migración Global no deben exceder a 10 mg/dm² (10 milígramos por decímetro cuadrado), no obstante este límite es de 60 mg de los elementos transferidos por kilo de alimento (mg/kg) en los siguientes casos:

Artículos que son contenedores o comparables a los contenedores o que se puedan llenar, cuya capacidad no sea inferior a 500 mililitros (ml) ni superior a 10 litros.

Artículos que puedan llenarse y para los cuales es imposible estimar el área superficial en contacto con alimento.

Tapas, tapones o similares para cierre.


Ensayos de Migración Global

Los ensayos de migración global determinan la cantidad de sustancias que se transfieren desde el envase plástico al alimento. Este método se encuentra estandarizado y se realiza con simulantes del alimento, lo cual está especificado en las Directivas comunitarias 82/711/EEC (3) y 85/572/EEC (4).

Las condiciones más relevantes para realizar los análisis de migración están contenidos en la Directiva 82/711/EEC.

La seguridad en los procesos de fabricación de los envases que estarán en contacto directo con el alimento, depende tanto de las materias primas como de la tecnología y del conocimiento, para obtener un buen resultado en este tipo de aplicaciones (envases para contacto directo con alimentos).

Septiembre 2006
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