Sin duda, el nivel de inventarios es uno de los mayores costos dentro de la cadena de abastecimiento. Por lo tanto, el minimizar este costo es una preocupación constante de los gerentes de logística. Es por esta razón que los modelos de pronóstico de demanda y los modelos de determinación de lotes de pedido óptimos son muy importantes, atendiendo al fin de lograr los objetivos de mini-mización de costos. Los supuestos básicos de los modelos de gestión de inventarios se basan en que los tiempos de respuesta -o lead time- de la distribución son una constante, es decir, un dato fijo. En estos modelos, el tiempo de respuesta determina el tamaño del pedido de reposición y el stock de seguridad. Si el lead time es muy largo, los pedidos y stocks de seguridad se agrandan, y con ello el costo de inventario. El problema práctico de estos modelos es que no incluyen el efecto de la variabilidad en los tiempos de distribución. Si incluyeran este efecto, los lotes óptimos serían aún mayores. Lo anterior se relaciona a la forma en que muchas empresas están entendiendo por gestión de la cadena de abastecimiento. Esto involucra generalmente la incorporación de tecnologías de información de punta, que incluyen modelos de gestión de inventario. A veces, también incluye la construcción de un moderno centro de distribución. Ambos tipos de inversiones son generalmente muy altas y mostradas con gran orgullo por las empresas que las realizan. Pero, el trabajo, como suele suceder en nuestro país, queda incompleto. La verdad es que no existe Supply Chain Management sin una gestión eficiente del transporte. Toda la teoría sobre gestión de inventarios y modelos sofisticados de gestión de la demanda es inútil si en el eslabón final no tenemos certeza de lo que ocurrirá. Estos modelos no incluyen la alta probabilidad de incumplimiento que se agrega al usar transportistas informales, que tienen camiones en muy mal estado, que por lo general no cumplen la normativa laboral, que no tienen ningún control de la información e inciertos tiempos de cumplimiento. Todo esto sólo agrega costos ocultos por aumento de inven-tarios de seguridad y quiebres de inventario en los puntos de venta. Para empeorar la situación, muchas empresas están realizando el super picking y la preparación final o picking final la dejan en manos del chofer del transportista, quien además, por lo general, no tiene ninguna preparación. Mientras no se entienda que el transporte debe ser gestionado y realizado por profesio-nales, no podremos decir que en Chile se hace Gestión de la Cadena de Abastecimiento. ¿Para qué ahorrar unos pesos que en nada se comparan a la gran inversión hecha en tecnología e infraestructura? |