Para configurar un modelo de negocios sustentado en la logística, uno de los aspectos claves es comenzar por definir y clarificar la razón de exigir del negocio, o académicamente hablando, determinar cuál es su misión, es decir, qué producto o servicio se proporcionará, quiénes son los clientes, qué necesidades serán satisfechas, cuál es el rol social que la firma cumplirá y la cobertura en la cual operará, entre otras variables. Con todo, se marcan fronteras del negocio y se identifican los reales objetos de valor, creando así un concepto de negocio a gestionar. Entonces, dado este concepto, se da pie a definir el rol de la logística desde la misión. Con una clara definición puede ser capaz de diseñar sistemas que debieran, por lo menos, considerar los siguientes aspectos para establecer las grandes decisiones corporativas en relación a la logística: relaciones con el cliente, dominio de conocimiento y la configuración de activos. Veamos brevemente uno por uno. Relaciones con el cliente: Es la definición del grado de cercanía con quien hace uso de nuestro producto o servicio, es quien en definitiva prefiere o no nuestra oferta, es quien realmente valora nuestra promesa declarada en la misión del negocio. Por ende, vincularlo y conocerlo son drivers que mueven a la configuración de procesos de negocio que ayudan a gestionar toda la máquina logística para el cumplimiento de nuestra promesa de servicio, así como estándares de servicio y de operaciones. Dominio de conocimiento: Incorpora la necesidad de integrar la información a lo largo de nuestra cadena logística. La logística es dinámica, compleja, trabaja en tiempo real donde fluye mucha información relevante para las decisiones, tanto de corto como de largo plazo, en consecuencia, hay que saber capturarla de modo de generar una inteligencia de negocio a partir de ella. Para el éxito en este aspecto hay que superar la gestión del dato transaccional y agregar valor a través de mayores análisis en la búsqueda de patrones de comportamiento de datos derivados, ya sea por la interfaz con el cliente o de nuestra propia gestión. Configuración de activos: La gestión logística por naturaleza compromete muchos recursos de la empresa: instalaciones, maquinarias, medios de transporte, personas, sistemas, por mencionar algunos. Su diseño y las decisiones sobre ellos afectan al funcionamiento operacional de la empresa y, en consecuencia, a los dos bloques anteriormente mencionados. Entonces, un diseño acorde con la promesa del negocio es fundamental para obtener, no sólo un mayor retorno por sobre la decisión, sino que para que a partir de ésta se cree una plataforma de soporte para el éxito del desempeño logístico. Finalmente, considero que estas bases para el diseño de una estrategia logística ayudan a alinear dichas operaciones con los esfuerzos corporativos, como también otorgan argumentos para que nuestra función agregue un real valor y se gane un sitial destacado en la estrategia del negocio.
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