Los envases destinados a contener alimentos congelados tienen por misión fundamental proteger al producto del medio externo, resguardando sus características de sabor, aroma y calidad. De igual forma, el fabricante del empaque busca la mejor combinación de materias primas, diseño y tecnología para entregar un envase atractivo que cumpla con las expectativas de funcionalidad y precio, tanto del fabricante del alimento como del consumidor final. Entre las diversas estructuras utilizadas para contener alimentos congelados nos encontramos con polietilenos de alta y baja densidad; poliéster; polipropilenos; y coextrusión de diferentes tipos de resinas y polímeros, que buscan otorgar una condición especial de protección al alimento a envasar. Este es el caso de los materiales de barrera que integran polímeros de baja permeabilidad al oxígeno, con el fin de brindar la máxima protección a los alimentos sensibles a la oxidación (aquéllos que presentan altos niveles de grasas). Este tipo de empaques está presente habitualmente en los productos lácteos y cárnicos. Otro grupo importante de alimentos congelados son las hortalizas y frutas, las que son envasadas en estructuras de polietileno y laminaciones de polietileno-poliéster, y cuya gráfica es impresa en color mediante el sistema flexográfico y/o rotograbado. La última tendencia para este tipo de empaque da cuenta de la incorporación de sistemas de sellado resellables, zipper y abre fácil, con el propósito de brindar mayor comodidad al usuario. Es importante recalcar que los envases orientados al sector de los congelados deben ofrecer total inocuidad respecto del producto que contienen, por tanto, los fabricantes deben practicar rigurosos controles de calidad y control. En cuanto a la elección del material para la elaboración de un envase flexible para congelado, se debe tener en cuenta el proceso de congelación del alimento. Lo anterior dependerá de si el proceso de congelado del alimento se realizará en forma independiente a la fabricación del empaque, o bien, ambos atraviesan juntos el proceso de congelación. Para tales efectos, los materiales del envase deben resistir niveles de congelación de entre -18ºC y -40ºCº, y específicamente, los polímeros deben presentar elevados niveles de resistencia a la ultra congelación, para así asegurar la integridad del alimento.A partir de los diferentes requerimientos de uso que determine el mercado se desprenderán las necesidades mecánicas y de barrera que debe presentar el empaque, más aún cuando se trata de alimentos congelados para exportación. En este caso, los envases deben estar sujetos a las normativas legales internacionales para los empaques que mantienen un contacto directo con el alimento. Los test de resistencia a la manipulación y vibración son, en este escenario, fundamentales para no arriesgar la carga en un contenedor que viajará vía terrestre o marítima. Uno de los objetivos más relevantes de Chile para el Bicentenario es lograr ubicarse en el grupo de los 10 productores de alimentos más importantes del mundo. Sin duda, los congelados desempeñarán un importante rol en la propuesta de alimentos para exportación. Por ello, la industria del packaging está desarrollando materiales de alta performance para aplicaciones en envases para alimentos congelados, como helados, zumos de frutas, carnes, pescados, mariscos, frutas y hortalizas, además de lácteos. |