El 86% de la producción de los envases que se producen en Chile está destinado a la exportación de productos, por vía directa e indirecta. Gracias a las expectativas del comercio internacional, Jorge Ramírez, Gerente del Centro de Envases y Embalajes de Chile, Cenem, indica que el sector goza de muy buena salud y que el mundo entero está cubierto gracias a la competente oferta que aseguran los productores locales. "Este es un sector de crecimientos espectaculares y tecnológicamente en la punta respecto a América Latina", indica.

Estas evidencias son, también, una prueba de que los envases y embalajes chilenos cumplen con todos los requerimientos de los más exigentes mercados. Y es que Chile, como afirma Bernardo Gárate, Director del Programa Tecnológico del Envase, Proten, de la Universidad Tecnológica Metropolitana, está lejos de sus grandes mercados de destino, lo que le significa desarrollar envases que puedan resistir largas cadenas logísticas, permanencias prolongadas en bodegas y diferentes temperaturas. Como señala Gárate, "estamos obligados a estar dentro de los ‘top ten’ y afortunadamente así es. Por eso, los criterios de desarrollo que se aplican en Chile superan a los utilizados en muchos países desarrollados, lo que nos permite asegurar altísimos niveles de calidad".

Del pallet a la góndola

La participación de Chile en mercados altamente competitivos ha puesto sobre la mesa exigencias que antes eran impensadas. Requisitos esenciales que hoy solicitan los clientes a sus proveedores. En este sentido, Tatiana Bravo, Gerente de Negocios de Kortho, señala que "actualmente, el mercado requiere un servicio 7x24, porque los requirimientos de las grandes empresas respecto a los envases y embalajes, especialmente en el área alimenticia, son altísimos".

Ocurre, como indica Carolina Wiedmaier, Gerente Comercial de Carrascal, que "nuestros clientes están siendo más exigidos por sus propios clientes. Por ejemplo, las grandes empresas están solicitando ciertas variaciones de los envases, principalmente para abaratar los costos de mano de obra por concepto de reposición de productos en los locales. Asimismo, algunos retailers piden que los productos vayan del pallet a la góndola -como las leches y los vinos, que se exhiben en el supermercado en el mismo pallet-, lo que modifica completamente el sistema de packaging. Entonces, ahora el pallet debe resistir el transporte, la logística de pasar por los distintos centros de distribución y el viaje en los camiones, y llegar en perfectas condiciones al punto de venta".

Estos nuevos requerimientos están acompañados también de importantes demandas en cuanto a resistencia y gráfica. Las exportaciones generalmente están destinadas a dealers internacionales, pero cada día más los exportadores llegan con sus cajas directamente al punto de venta, por lo tanto, las exigencias del packaging las está poniendo el mercado retail desde el exterior. Y eso es lo que define hoy el mix de productos que se fabrican en nuestro país.

Desde el punto de vista de empresas como Coresa, que participan en el mercado industrial, las exigencias son también importantes. Como señala Ricardo Almeida, su Gerente Comercial, "los drivers que nos llevan al desarrollo son fundamentalmente dos: el manejo del costo por tonelada y las características de los componentes de nuestros envases. La opción de poder reciclar ciertos componentes dependiendo de los mercados de destino y la preocupación por las tintas utilizadas en algunos países a los que llegamos con nuestros productos, nos han llevado a producir bajo normas que probablemente hace unos años atrás eran mucho menos estrictas. Hoy, estamos muy preocupados del tema ambiental y de las resistencias de nuestros envases. Y eso ha requerido que nuestro personal se especialice intensamente en esa dirección".

Ejes de desarrollo

Según Jorge Ramírez, son tres los ejes fundamentales en los que está desarrollándose el packaging en Chile: medioambiente, innovación y productividad. "Medioambiente es del todo transversal en la industria y una preocupación en el mundo entero. En Chile, un conglomerado de instituciones está pronto a elaborar una ley de residuos sólidos, en la cual los envases encabezan este tema. Por otra parte, la innovación está absolutamente a la orden del día, para aumentar la competitividad, especialmente en el área de envases activos e inteligentes. Y desde el punto de vista de la productividad, por razones obvias, los proveedores de este mercado cada vez están metiéndose con más fuerza en temas de automatización y robótica para optimizar sus procesos", asegura.

De estos tres grandes elementos, la innovación ocupa una parte importante de la atención del mercado. Actualmente, el gasto total en innovación a nivel país es del orden del 0,8% del PIB -cifra que en países desarrollados incluso llega a 4%- porcentaje del cual dos tercios son aportados por el Estado y el resto por la empresa privada. A juicio de Bernardo Gárate, lo que falta es establecer puentes de contacto entre los organismos para apalancar la investigación, principalmente porque según su opinión la industria alimenticia -una de las mayores promesas a largo plazo del país- debe ir de la mano del desarrollo de la industria de los envases.

Según Ricardo Almeida, los planes de desarrollo y financiamiento de proyectos funcionan bien, especialmente los canalizados por Corfo y Fondef. "Las empresas y universidades pueden hacer muchas cosas en conjunto, sobre todo presentándole directamente al cliente final una iniciativa innovadora en la cual trabajar juntos", destaca.

Para el 2008 el Gobierno tiene disponible 50 mil millones provenientes del Royalty minero; recursos que a juicio de los actores de la industria deben aprovecharse, entre otras cosas, para capitalizar el boom del mercado de los envases a través de