Ante el escenario actual, con un precio del dólar en niveles históricamente bajos, un año en que la inflación bordeó el 8% y alzas en los costos de la mano de obra, los exportadores de productos agrícolas no ven este 2008 con mucha esperanza. Es ante escenarios como éste donde las operaciones logísticas deben mirarse con otra perspectiva. Ya no son un problema a solucionar, sino que deben ser vistas como una oportunidad. Cuando las condiciones de mercado son favorables y el crecimiento es fuerte, las empresas, incluyendo a las exportadoras, tienden a volverse ineficientes en sus procesos de negocio. Esto trae como consecuencia que los costos por unidad producida suban. Hoy, con escenarios desfavorables, aumentar la eficiencia de las operaciones logísticas es una de las alternativas para mejorar la competitividad. La pregunta entonces es dónde ser más eficientes y cómo. En algún número anterior veíamos que la logística desde el punto de vista estratégico tiene tres objetivos: reducir costos, reducir capital y mejorar niveles de servicio. En esta oportunidad, revisaremos cómo manteniendo los niveles de servicio un exportador puede reducir costos. Típicamente, una exportadora de productos agrícolas tiene operaciones fuera de Santiago, manteniendo así instalaciones de empaque y/o bodegaje en diferentes ciudades del país. En primer lugar, a estas instalaciones debe hacer llegar todos los insumos de estiba y manipulación de la carga: pallets, bins, film, cajas, etc. Aquí es donde tenemos las primeras posibilidades de ahorro, como por ejemplo: Planificar para enviar camiones completos por despacho. Utilizar a un consolidador de carga cuando hay menos de 20 Ton o 90 m3 por destino. Privilegiar embalajes que vacíos utilicen menos volumen (y, por lo tanto, paguen menos en transporte). Despachar las cajas colapsadas (el ahorro en un par de despachos pagan fácilmente el almacenaje y maquila en destino). Una vez que los centros están abastecidos y ha terminado la operación, típicamente hay material sobrante que es reutilizado en otras regiones o simplemente debe ser enviado para su utilización en Santiago. En esta operación también tenemos posibilidades de ganar eficiencia en acciones como: Utilizar a empresas de distribución para hacer los despachos interregionales y los despachos a Santiago, en vez de pagar camiones completos. Evaluar el costo del transporte versus el costo del material. Despachar las cajas colapsadas. Por último, las empresas exportadoras generalmente contratan el servicio de transporte internacional incluyendo los tramos nacionales a un mismo operador. Estos operadores, por lo general, no tienen una red regional de transporte, por lo tanto subcontratan este servicio y además le agregan un margen adicional, el que muchas veces puede ser significativo. Una estrategia para reducir costos en este sentido es cotizar el servicio nacional por separado con empresas que tengan una red de distribución montada y que pueden entregar tarifas preferenciales a la carga que viaje de retorno a Santiago. Con estas tres estrategias, debido al volumen de despachos que generalmente tienen los exportadores de productos agrícolas, se pueden obtener significativos ahorros de costos. La mejor evaluación que pueden hacer las empresas exportadoras es comparar su operación actual versus la operación con otras alternativas de transporte a lo largo de la cadena logística, mirando así la operación completa. La reducción de costos obtenida, sin duda será bienvenida en las adversas condiciones actuales. |