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SEGURIDAD EN LA INDUSTRIA ELÉCTRICA
Resultados que pueden superarse

Durante varios años, la industria eléctrica ha presentado resultados favorables en accidentabilidad a nivel nacional. En este reportaje, expertos analizan las acciones que han llevado a este sector a lograr esos resultados y se refieren a los aspectos por mejorar.

Los últimos años han sido positivos en cuanto a las cifras que se han obtenido de la accidentabilidad en el sector Utilities (que mide en conjunto los sectores Electricidad, Gas y Agua) ubicándose, a 2015, como el segundo mejor posicionado en la industria nacional, con una tasa de 1,6. Detrás de esos índices –emanados de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso)-, es posible observar un trabajo sistematizado en que se ha buscado conseguir que el autocuidado y la cultura de seguridad formen parte de la gestión habitual y permee las diferentes áreas de las organizaciones del sector.

Al respecto, Julio Parraguez, Director de Carreras de Electricidad y Procesos Industriales de Duoc UC, explica que “los bajos índices de accidentabilidad se deben a la rigurosidad existente en la aplicación de protocolos para mantenimientos y respeto por la aplicación de la normativa existente”. No obstante, Ricardo Vásquez, Director Carreras de Prevención de Riesgos Duoc UC, hace una importante distinción: “De acuerdo con las estadísticas oficiales, efectivamente la actividad económica que alude al suministro de electricidad presenta bajo indicadores de accidentabilidad, pero la gran mayoría de los accidentes no ocurre en esta tarea, sino más bien en el servicio de construcción y mantención de instalaciones eléctricas”.

Para llegar a un punto de privilegio de la industria nacional -en este ámbito- significa, por cierto, buscar los puntos débiles en esta situación, a fin de generar acciones tendientes a una mejora. El capital humano surge, entonces, como una de las instancias que requieren de reforzamiento, ya que “en este momento se necesita de trabajadores especializados para el sector eléctrico, potenciando la formación y protección del mismo, quienes podrían mejorar los protocolos y respetarlos de mejor manera, incluso subiendo los estándares de calidad de nuestra norma”, agrega Parraguez.

Para Francisco Pastorini, especialista en Seguridad Industrial de la ACHS, muchos accidentes eléctricos se producen por la inexistencia de programas de seguridad eléctrica. “Estos permiten regularizar y estandarizar aspectos como la calificación del personal, elementos de protección personal y buenas prácticas (asociadas tanto a trabajos energizados como desenergizados), estableciendo condiciones de trabajo eléctricamente seguras”, explica.

Pastorini agrega que parte de los accidentes eléctricos ocurre por falta de sistemas de puesta a tierra o dispositivos diferenciales y conexiones equipotenciales. “Esto es crítico, ya que va directamente en beneficio de la protección de las personas y afecta transversalmente a usuarios que no necesariamente están ligados con la mantención o instalación eléctrica, abarcando un universo más grande de posibles víctimas por contacto directo o indirecto de la energía eléctrica. Cualquier tensión sobre 50V en lugares secos y 24V en lugares húmedos puede implicar riesgos”, advierte.

Dentro de los peligros del trabajo con equipos eléctricos, se encuentra el relámpago de arco (también conocido como “arco eléctrico” o arc flash), cuyas consecuencias pueden ser muy graves si es que no se utiliza el equipamiento de protección adecuado.


Poder de la normativa

En el país, las normas NCh 4 y NCh 5 abordan el tema de las instalaciones eléctricas en Baja y Alta Tensión. Asimismo, varias empresas están implementando normas internacionales (como la NFPA 70) para dar un estándar mayor a sus instalaciones y procedimientos de trabajo. En este sentido, “la NFPA 70E 2004 se enfoca en reducir riesgos y accidentes de trabajo asociados a la electricidad, mientras que la NCh4/2004 se enfoca en las instalaciones en sí. Por esa razón, ambas normativas deben funcionar de manera complementaria para reducir el nivel de accidentes tanto en las obras eléctricas como en su uso”, recomienda Vásquez.

Pastorini destaca positivamente que la NFPA 70 aborde temas sobre selección de protección contra sobrecarga, cortocircuito y falla a tierra para un motor y grupo de motores; diseño de la puesta a tierra del sistema y de la instalación eléctrica (conexión equipotencial) entre otros. A su vez, valora que la generación de esta norma “se realice a través de un proceso abierto y consensuado. Todos los códigos y normas de la NFPA son desarrollados y revisados periódicamente por más de 5.000 miembros de comités voluntarios, quienes cuentan con suma experiencia en el ámbito profesional”.

Jack Nahmías, Jefe de la División de Ingeniería de Electricidad de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), explica que “la NFPA 70 contiene aspectos interesantes en materia de seguridad eléctrica, los cuales ya han sido incorporados al nuevo Reglamento que reemplazará a la NCh 4, al igual que otras normativas extranjeras que consideramos como un aporte en materia de seguridad eléctrica y que, por lo tanto, deben estar en el nuevo texto normativo”.


Mejorando la seguridad

La instalación en Chile de empresas internacionales, ocurrida en los últimos años, ha ayudado a elevar el estándar de seguridad en distintos rubros de la industria (como la Minería), con estándares más exigentes y actualizados que van de la mano con nuevas tecnologías que se van desarrollando. Ahora bien, de acuerdo a Parraguez, esta premisa no siempre se cumple en el sector eléctrico, “ya que hay empresas extranjeras que no necesariamente traen sus estándares y se someten a las normativas locales. No obstante, más allá de la aplicación de alguna normativa, muchas veces es la cultura organizacional en estas empresas la razón de mayores niveles de seguridad”.

De acuerdo a Nahmías, la llegada de empresas extranjeras al sector eléctrico ciertamente ha sido un aporte en cuanto al uso de buenas prácticas laborales. “No obstante, la normativa nacional es estricta, y bien aplicada no debiera dar pie a accidentes, los que se producen -de acuerdo a nuestras investigacionescuando no se respetan los protocolos y normas de seguridad. Esto pasa también por la responsabilidad de cada trabajador del sector eléctrico”, especifica.

Respecto de los pasos a seguir en el desarrollo de una industria eléctrica segura, Pastorini considera imperativa la implementación de normativas actualizadas en donde se estipule las condiciones de trabajo eléctricamente seguras. “Para generar un ambiente seguro de trabajo, es necesario abordar el tema con una visión más sistémica, en donde instalaciones seguras deben ir acompañadas de trabajadores con los elementos de protección personal adecuados a cada riesgo y con los conocimientos de los riesgos a los cuales están expuestos”, menciona.

Por su parte, Vásquez manifiesta que el principal desafío en el rubro de la electricidad es aumentar la calificación del capital humano en la aplicación e inspección del cumplimiento de las normas. “Con esto podríamos disminuir la probabilidad de problemas de diseños en instalaciones eléctricas y pasar la responsabilidad a los usuarios. Con un uso responsable e informado de estas instalaciones podemos transformar el uso de la energía eléctrica de un riesgo latente en un aliado”, concluye.

Mayo 2016
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