Íntimamente relacionado con el sector Construcción, el casco tiene como función básica proteger al cráneo de una eventual lesión provocada por un elemento en caída libre desde niveles superiores a la cabeza, evitando lesiones que de seguro serían de consideración, muy dolorosas y eventualmente mortales. Sin embargo, también se considera su uso obligatorio en faenas en donde la caída de elementos es muy difícil o en procesos bajo techo. Esto debido a que este versátil elemento también está diseñado para protegernos de la proyección de partículas o de líquidos que pueden ser dañinos para el cuerpo o, en su sentido más amable, para solo resguardarnos de la lluvia.
Si bien sus aplicaciones y usos son muchos, pondremos atención en la necesidad de medidas de protección y prevención a la caída de objetos en la Construcción, siendo esta la actividad económica más frecuente y que congrega diversas actividades en un mismo lugar.
La lista de procesos que implican riesgos de proyección de partículas es tan extensa como las características propias de cada material que se usan en el proceso constructivo. En ellas, se incluyen también faenas de modificación de las losas de concreto, para lo que siempre se utilizan equipos neumáticos que implican peligro. Además, existe el trabajo en distintos niveles que, gracias a acciones descuidadas, pueden producir caída de herramientas o materiales de diversos volúmenes, transformándose en verdaderos proyectiles.
Es importante recordar que no todos los trabajos comprenden la posición natural del cuerpo. Ciertas labores necesariamente obligan a ingresar a espacios confinados o adoptar posiciones semi horizontales, en las que la fuerza de gravedad o la comodidad no hacen compatible el uso de este valioso equipo. No obstante, se debe estimular bajo una correcta capacitación al trabajador el uso del barbiquejo, complemento que permite mantener protegida la cabeza del usuario. En este punto, se debe tener en cuenta que los últimos diseños de este EPP garantizan la comodidad en estas situaciones extremas.
De la misma manera, y como complemento a las funciones básicas del casco, es la protección a la radiación solar, la que funciona al adosar un legionario a la base del mismo.
Este poliéster tiene características de protección UV, aísla el cuello del trabajador y ofrece menor temperatura y confort al trabajar al aire libre.
Otra elemento fundamental para la protección que brindan los cascos de seguridad, corresponde a los materiales de los cuales se fabrican. Ellos aíslan de un eventual contacto con cables energizados sobre nuestras cabezas, ya que permiten una aislación eléctrica y evitan que una cantidad de energía sea transferida al cuerpo del trabajador.
Uso y mantenimiento
Para que los cascos de seguridad sean totalmente efectivos, es necesario conocer algunos datos para su uso y mantenimiento:
Si el elemento cae de aproximadamente la altura del usuario, golpeando su casquete, se pueden producir micro fisuras que afectan las características del mismo, tanto de resistencia eléctrica como mecánica.
No es aconsejable aplicar pinturas o adhesivos que puedan afectar la integridad de la superficie del casquete, ya que algunos líquidos deterioran las propiedades de resistencia.
Si el casco cumple su función y recibe algún golpe o energía, este debe ser cambiado de inmediato, incluso el arnés interior, pues es fundamentalmente esta parte la que protege al usuario al disipar o aislar del golpe.
Por último, es bueno recordar que el casco de seguridad no tiene fecha de vencimiento, sino que de fabricación. Su durabilidad depende de su almacenamiento y uso, aunque indudablemente las condiciones ambientales contribuyen lentamente a su deterioro.
Articulo gentileza de Humberto Álvarez, Director, y Luis Salamanca, Docente, ambos de la carrera de Ingeniería en Seguridad y Prevención de Riegos de la Universidad Andrés Bello.