Consejos para una jornada laboral saludable Por Volney Vásquez Henríquez, Director Ejecutivo, Empresas Promondo. Comenzando el día Al despertarse, espante la modorra, realizando un pequeño movimiento de estiramiento muscular y articular en la misma cama, que no dure más de 2 a 3 minutos. Una vez levantado, beba un vaso de agua grande. Ya vestido y listo para salir a trabajar, tome un vaso grande de jugo, mezclado con agua, para que no sea una bebida muy calórica y cómase una manzana, pera o naranja. Con esto, “limpia las cañerías” del sistema digestivo. Yendo al trabajo Camine todo lo que pueda antes de llegar a su lugar de trabajo, y si le es posible, suba las escaleras del metro, del estacionamiento o del edificio donde trabaja. En su lugar de trabajo, llene una botella de agua y téngala cerca suyo en caso de que tenga sed. Luego, prepárese una colación con una taza de café con leche, té o infusión, acompañada por un bocadillo de pan, una barra de cereal o una porción pequeña de queque. Alrededor de las 10:30 de la mañana, levántese y muévase, vaya al escritorio de una compañera (o) de trabajo y converse, y mientras conversa, haga elongaciones, distiéndase, movilícese y estírese... Hora del almuerzo A las 13:00, vaya a almorzar, pero antes de salir de su oficina, vuelva a tomar agua. Si se le acabó la botella de agua, haga un recambio y llénela de nuevo. Una vez enfrentado al almuerzo, coma lo que quiera ¡pero poco! Además, no demore más de 30 o 40 minutos en estar sentado almorzando. Es recomendable que camine a lo menos 10 minutos después de almorzar. Recta final Iniciamos la jornada laboral de la tarde, volvemos a tomar agua y alrededor de las 15:00 horas, nos volvemos a parar y hacemos algunos estiramientos y caminamos dentro de nuestro lugar de trabajo. A las 16:00 horas, volvemos a comer una fruta y acompañamos con agua o té. Antes de las 18:00 horas, nos movemos otro poco. Al término de la jornada laboral, nos sentimos livianos, nos preparamos para volver a casa y tomamos el último sorbo de agua del día. Tratemos de que el regreso a casa nos permita caminar otro poco. La última comida del día debemos consumirla antes de las 20:00 horas. y debe ser liviana. Puede aprovechar mientras mira televisión con su familia de hacer las últimas elongaciones antes de irse a dormir; en la alfombra, estire su musculatura y dé un ejemplo a sus hijos. A esta altura del día ya hemos completado 6 porciones de alimento (que es el ideal), bien distribuidas y en porciones pequeñas; hemos bebido el agua suficiente y hemos hecho ejercicio en pequeñas dosis. Antes de irse a dormir, le recomendaría hacer 10 a 15 minutos de meditación, relajado, escuchando una suave música, revisamos el día y nos felicitamos por lo hecho. Verá cómo su descanso nocturno será placentero. Cumpla con estas recomendaciones y, cuando haya comprobado los beneficios, comparta su experiencia con amigos, familiares o compañeros de trabajo. ¡Buena Suerte! PROMONDO Especialistas en Salud Corporativa. |