Lorena Hoffmeister, Directora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Mayor Las empresas deben tomar decisiones para disminuir factores preexistentes | | | | | ¿Por qué enfocar una investigación en las condiciones previas de los trabajadores? Porque es una situación de la que nos habíamos percatado y de la cual existía escasa documentación e investigación a nivel internacional. Tenemos muchos datos sobre riesgos específicos de salud laboral (factores físicos, químicos, ergonómicos y psicosociales), por lo que quisimos ir más allá y realizar un análisis epidemiológico. Ahí nos encontramos en una situación donde la población chilena presenta otros factores, donde el perfil de los trabajadores analizados es que un tercio fuma, un 46% es sedentario, y un grupo importante de hombres y mujeres tiene un IMC superior a lo recomendado, los que se asocian a la mayor posibilidad de ocurrencia de accidentes o ser afectados por enfermedades en el ambiente laboral. ¿Qué otros resultados arrojó el estudio? También vimos, por ejemplo, que en casos de accidentes, la edad era un factor relevante, pues son más probables en los menores de 30 años, lo que se debería a poca experiencia en el puesto de trabajo, y a temas de personalidad, asociados a la edad. Asimismo, encontramos que los trabajadores con sobrepeso tenían más posibilidades de tener un accidente de trabajo y, además, presentan licencias de mayor tiempo, lo que se interpreta que tardan más tiempo en recuperarse. Resultados similares se obtuvieron con los sedentarios (aquellos que realizan actividad física menos de dos veces por semana). ¿Estos factores previos se acrecientan en el ambiente laboral? Hay condiciones del trabajo que pueden hacer que estos malos hábitos preexistentes permanezcan en el tiempo o empeoren. Sin embargo, hay otras condiciones laborales que pueden hacer que estas se puedan revertir un poco. De ahí la importancia de generar intervenciones en el lugar de trabajo, porque es donde las personas pasamos la mayor parte del día, y se pueden ajustar a cada caso (por ejemplo, si la labor se realiza en un escritorio o si requiere de mayor movimiento físico). ¿De qué forma esperan sea este estudio valorado por las empresas? Este es un estudio académico y esperamos que sus conclusiones se conversen en las empresas o que impulsen o se orienten algunas decisiones. A modo de recomendación, consideramos que, además de medir los factores de riesgos habituales -que hay que hacerlo sistemáticamente-, aconsejamos que también se incorporen un par de indicadores de salud general, que tienen que ver con el sobrepeso, el estado nutricional, la actividad física y el consumo excesivo de alcohol. El considerar estos factores, ¿no provocaría una mayor segregación en la selección laboral? En ningún caso, ya que de ser así sería un problema para el sector productivo chileno, porque el perfil de salud que encontramos, no se diferencia de la población general de Chile. Por lo tanto, se debe reconocer que es un nuevo perfil epidemiológico y que eso también afecta al mundo del trabajo. En otras palabras, si se está buscando un perfil muy específico para llenar un cargo y, si a este le agregamos que esté libre de estos males, lo más probable es que no haya candidatos para ese puesto de trabajo. Más bien, nuestra recomendación se enfoca a que las organizaciones tomen en cuenta estos factores -que vienen con los trabajadores-, los midan y vayan incorporando algunos hábitos para ayudar a mejorar los indicadores, como por ejemplo, disponer de frutas y verduras en los casinos o fomentar la actividad física de los trabajadores. En este sentido, hay evidencia que indica que cuando las intervenciones están bien focalizadas, son efectivas. | |